sábado, 19 de abril de 2025

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL

 


1.- INTRODUCCIÓN

Las leyes de la Comisión Europea tratan de incrementar la eficacia para impedir que los inmigrantes encuentren asilo y solidaridad en nuestros países. Todo se organiza para rechazarlos y devolverlos nuevamente a donde salieron, o encerrarlos como animales en lo que eufemísticamente llaman los centros de acogida.

La UE no quiere destinar muchos fondos de sus presupuestos públicos a la protección social de los inmigrantes. Aunque el Pacto de Migración y Asilo entrará en vigor en junio de 2026, la Comisión Europea ha propuesto adelantar la implementación de dos elementos clave del Pacto de Migración y Asilo. La aplicación de estas dos condiciones supone un mayor endurecimiento de las políticas migratorias europeas. La propuesta busca favorecer y acelerar el proceso de demandas de asilo de los Estados miembros de la Unión Europea para procesar con más rapidez aquellas solicitudes que probablemente sean desestimadas.  

En este orden de cosas, la UE ha publicado una lista de países de origen “seguro”, las solicitudes de las cuales seguirán un procedimiento acelerado para el retorno de migrantes. Los criterios para ser designados como países de origen seguros son aquellos que se “esfuerzan por lograr instituciones estables que garanticen la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y el respeto y la protección de las minorías”.

En la práctica, la nueva propuesta de la Comisión implica que las solicitudes de asilo que se realicen por ciudadanos de estos terceros países serán tramitadas por la vía rápida al ser "seguros", contando con que la gran mayoría de ellas serán rechazadas, como ocurre habitualmente con este tipo de procedimientos. De lo que trata la UE es de acelerar los procedimientos de asilo para el retorno una vez que están en la Unión, dentro de un plazo de tres meses.

Además, la Comisión Europea plantea que los Estados miembros de la UE puedan actuar también por la vía rápida y sin tantas garantías a los migrantes procedentes de países que, de manera habitual, solo el 20% de su población obtiene la condición de protección internacional.

2.- UN MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL DESTRUCTIVO DEL SER HUMANO Y DE LA NATURALEZA

La realidad es que por muchas leyes y todo el conjunto de normas y reglamentos que impongan los países del mundo occidental no podrán impedir la llegada masiva de quienes buscan otras sociedades en las que puedan realizar sus ilusiones y ansias de bienestar propias de los seres humanos.

Sin embargo, la destructividad intrínseca de los modelos políticos y económicos basados en la lógica de la ganancia está organizada para la explotación de seres humanos, depredando y poniendo en riesgo la continuidad de su vida y la del planeta.

Mientras en esos países las condiciones de vida estén marcadas por la pobreza, la miseria y las guerras provocadas por el espíritu de saqueo y rapiña de las grandes transnacionales y los países ricos será imposible impedir que hombres y mujeres quieran salir a la búsqueda de un mundo mejor.

La naturaleza de la inmigración lleva inscrita las marcas de la extrema opresión de clase, de la explotación y de la guerra; viaje que con frecuencia termina arrojados a buitres y fieras explotadoras ansiosas del sudor de una mano de obra esclavizada. La avaricia y crueldad que el monstruo imperialista ejerce sobre ellos emerge nuevamente en los lugares de Europa a donde llegan.

Las dichosas leyes de extranjería que elaboran los parlamentos de las naciones civilizadas van contra su esencia de humanidad, cortan su libertad, los dividen en ilegales y legales, ponen barreras a su integración social, obstruyen las oportunidades para alcanzar sus metas y realizar sus aspiraciones, y facilitan un trato miserable por abusadores y repugnantes empresarios.

3.- EL PAPEL MOJADO DE LOS DERECHOS PROCLAMADOS POR LAS NACIONES UNIDAS.

Las normas internacionales sobre las personas no sirven absolutamente para nada, aunque la Carta Universal de los Derechos Humanos refrende teóricamente derechos de las personas inmigrantes, y en diferentes artículos recoja aspectos como “todas las personas son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, y así otros artículos incidiendo en el derecho humano a una vida digna, leyes que nadie obliga a cumplirlas.

Las personas inmigrantes son buenos ejemplos de que el pobre no tiene patria, ni tierra propia, ni casa, ni más dinero ni ley que la que el rico le otorga. Da igual si es maliense, senegalés, mauritano, marroquí, indio, palestino, mapuche, saharaui, esquimal o miembro de pueblo o nación que no tenga propio estado. Porque siempre la patria del pobre aquí o allá es y será dominada por el rico y, como tal, por él legislada, gobernada y administrada.

Los inmigrantes aman a lo que sienten que es su patria: un conjunto de símbolos y recuerdos, de emociones, de tradiciones, de lengua, de costumbres, de signos de identidad que llevan allá a donde van. Y si consiguen la carta de residencia y algún mínimo derecho, es el otorgado por quienes se consideran los verdaderos dueños de la patria y los gobiernos lacayos que allí mandan y gobiernan. (Iñaki Gil San Vicente)

Por eso, la persona inmigrante, pobre, explotada, necesita y quiere construir en un futuro inmediato su patria sin capitalistas y sin patriarcado, una patria que sea simplemente la de toda la humanidad. Y la historia nos enseña que la única alternativa válida para alcanzar esa patria es la lucha solidaria y colectiva por la libertad y los derechos de todos, los de ellos y los nuestros.

4.- LOS INMIGRANTES FORMAN PARTE DE LA CLASE EXPLOTADA.

Los inmigrantes son parte del pueblo explotado, forman parte de la clase más oprimida y sacrificada por el capital. Las leyes le condenan a permanecer encerrados en recintos abiertas, pero al fin y al cabo no dejan de ser cárceles, en donde las comidas, la asistencia sanitaria, y la mínima comodidad tienen muchas lagunas y escaseces.

En el caso concreto del centro de Mérida, dirigido por una ONG con ligazón al Ministerio del Interior, las personas allí residentes nos dicen que tienen muchos problemas en diferentes aspectos; se quejan del trato y de los comportamientos que reciben de quienes los dirigen, atienden y controlan. El Estado hace todo lo posible por negar o reducir al mínimo la concesión de derechos sociales básicos a los inmigrantes.

Los inmigrantes se lamentan y reclaman que ni siquiera tienen una comida digna, ni una estancia normal sin problemas de apelotonamiento y tienen frío o calor según el tiempo en los barracones en donde están alojados, necesitan para su integración social un transporte de ida y vuelta hasta la localidad de Mérida. Todo esto se les está negando puesto que en caso de que se le concediera estimularía el deseo de estas personas para exigir una mayor autodeterminación y más derechos democráticos y obstaculizarían un orden autoritario como el que se impone.

Los poderes públicos establecidos no están dispuestos a darles facilidades para que vayan al centro de la localidad, y se integren en la vida municipal. Cuando se ha reclamado, las autoridades despiden la pelota de esta responsabilidad, que va y viene de lo local, a lo regional y a lo estatal, y vuelta para atrás. Prefieren mantenerlos alejados de la vida social. Desde hace tiempo venimos reclamando que dispongan de un autobús para que diariamente puedan ir y venir al centro, ya que la distancia desde el centro en donde están internados hasta la localidad de Mérida es de unos 16 km en total, ida y vuelta.

Consideramos que es urgente que los dirigentes políticos aparquen la imaginación alucinante que presumiblemente les incite a querer tener aislado a los inmigrantes, sin conexión con la localidad. No queremos pensar que aquella actitud pretenda evitar que la visibilidad de personas de color pueda retraer aspiraciones electorales o perjudicar la atracción turística por una localidad repleta de maravillosos restos del Imperio Romano.

Los turistas deben ver una ciudad limpia, integrada por personas de cualquier color de su piel; sin seres humanos tendidos en los portales porque no tienen un techo en donde protegerse y mucho menos, buscando y rebuscando alimentos en los contenedores de basura.

5.- EL PODER ESTUDIA Y APRENDE

Estamos comprobando como el Poder desde hace unos meses ha estudiado y ha progresado y ha perfeccionado sus instrumentos psicológicos en su batalla por ejercer un mayor control sobre las personas inmigrantes. Los resultados han sido muy efectivos. El miedo predomina en sus palabras y comportamientos; desconocemos los mecanismos utilizados pero lo que no tenemos dudas es que han debilitado su rebeldía para pelear por mejoras en las condiciones materiales de sus vidas y acelerar la tardanza de la concesión de la Protección Internacional.

El poder no quiere que se repitan luchas y movilizaciones como las organizadas hace unos meses, que se hicieron pidiendo mejor alimentación, sanidad, ropa, y la concesión de la protección internacional; imaginamos que las instrucciones dadas se han trabajado y están sirviendo por ahora, muy eficazmente, para que su psique rechace el contacto con otras personas de fuera del recinto donde viven; han funcionado los reflejos condicionados eliminando su capacidad de pensar.

El Poder quieren que acepten la sumisión, la subordinación individual y la impotencia, haciéndoles ver que están ocupando un lugar que no merecen y al que han llegado de modo ilegal. La presión sobre ellos, tanto desde el interior como desde el exterior no cesa, creando la desconfianza de unos sobre otros que conduce a generar distancias y pequeños problemas en muchos aspectos de su vida en el centro.

Repetimos lo ya dicho: “El inmigrante como persona pobre no tiene patria, ni tierra propia, ni casa, ni más dinero ni ley que la que el rico le otorga. Da igual si es maliense, senegalés, mauritano, palestino, saharaui, esquimal o miembro de cualquier nación. Porque siempre la patria del pobre es y será dominada por el rico y, como tal, por él legislada, gobernada y administrada”.

No obstante, aunque el mundo occidental ha impuesto leyes de extranjerías y comportamientos restrictivos que se cumplen a rajatabla, las poblaciones oprimidas no se rinden, y antes o después los inmigrantes reivindicarán con fuerza sus derechos humanos haciendo temblar a los poderes establecidos. Esta es la ilusionante lucha que tenemos que acompañar y extender.

jueves, 17 de abril de 2025

LAS GARRAS DE PODEMOS SON DE PAPEL

 


1.- INTRODUCCIÓN

La demagogia populista intenta una vez más adueñarse del lenguaje y del discurso con el que responder artificialmente a los múltiples problemas que en este período complicado tiene la humanidad trabajadora. Un marco económico y social en el que la vivienda, la represión del Estado y las convulsiones que provocan las medidas arancelarias del gobierno Trump están teniendo efectos importantes en el nivel de vida de la población trabajadora de este país.

La retórica populista se aparta de la lucha revolucionaria transmitiendo una imagen de la realidad que es el que desean las clases explotadoras. Por medio de un progresismo impregnado de ideología burguesa en sus diferentes formas culturales, cine, televisión, música, teatro, política, etc. desmantelan la ética y moral colectiva y socialista certificando el individualismo, la alienación y el sometimiento de las clases explotadas.

Los populismos socialdemócratas subestiman que en los países capitalistas el Estado es un instrumento de poder al servicio de la burguesía, una minoría que se sostiene por la explotación laboral y social de una amplia clase trabajadora, pero también por el expolio y explotación de la naturaleza. En esta estructura desigual de clases desprecian que la clase dominante solo busca el negocio y el beneficio económico, la reproducción y acumulación de capital, para sobrevivir y continuar perpetuándose

2.- EL DISCURSO RADICALISTA Y LA EXPERIENCIA DE PODEMOS

Los líderes de Podemos reaparecen con zarpazos izquierdistas como ponen de manifiesto sus más recientes declaraciones, muy radicales, sin duda, pretendiendo volver a ocupar posiciones de relieve en la escena política española, de este modo quieren esquivar milimétricamente lo que podían haber hecho y no hicieron mientras estuvieron en el gobierno.

En la mochila de su extensa retórica dejaron olvidadas la lucha contra la escasez de viviendas y los desahucios, la pelea por la reforma agraria y los desatinos de la PAC, el deterioro de la salud pública, la derogación de la Ley Mordaza y la Ley de Partidos, la libertad de expresión y opinión, el castigo y el sufrimiento de los presos en las cárceles, la prohibición de la venta y compra de armas a los genocidas, las luchas y resistencias al fascismo, la supresión de los acuerdos con el Vaticano, el dolor y la angustia de los inmigrantes, y en general, una desmemoria básica muy considerable.

Ahora, nos lanzan una lluvia de mensajes que se caracterizan por una contundencia verbal exigiendo al gobierno español una respuesta urgente y tajante a las políticas arancelarias de Trump, pidiendo que se expropien todas las viviendas que tienen los fondos de inversión americanos en España, la salida de la UE y la OTAN y el cierre de sus bases en España. Si embargo, tenemos poca confianza en que estas propuestas se sitúen más allá de lo que es la propaganda, el electoralismo y la competencia por un espacio plebiscitario con otras formaciones populistas y reformistas de semejante ideología.

Los principios que ha mostrado Podemos en estos años de presencia en el tablero político español no le dan credibilidad. La política de este partido cae dentro de lo que decían los indios americanos respecto a los pobladores blancos que los robaban, mataban y echaban de sus territorios. Los nativos de América del Norte decían que no se podían fiar de los colonos que les invadían pues tenían una lengua bífida “decían una cosa y hacían otra”. Esta es la experiencia que tenemos del partido de Pablo Iglesias y de Ione Belarra.

Desde el momento que Podemos tuvo la oportunidad de integrarse en el gobierno olvidó todos los enunciados que alumbraban su drástica oratoria, compartiendo las políticas reformistas y anti obreras practicadas por el gobierno de coalición con el PSOE. Los ministerios de los que dispuso ejecutaron acciones que no llegaron más allá de las promesas y de exiguas medidas asistencialistas, pero sí incidieron en la división del movimiento obrero y feminista.

3.- LOS COMPROMISOS DE PODEMOS.

El elevado salto a los cielos en el mundo de la política se lo proporcionaron los medios de comunicación burgueses que les dieron asientos y voces en sus programaciones, desde donde sus líderes con mucha altanería y arrogancia vendieron su imagen personal y la de un partido progresista rompedor; se postulaban como una organización que venía a ocupar el espacio de una izquierda débil y fracasada sin futuro.

La inteligente diplomacia capitalista les colocó en una rampa electoral privilegiada con el único objetivo de detener un movimiento social que ponía en aprietos a un régimen borbónico inundado de corrupción y muy debilitado ante la opinión pública por las fechorías de la casa real y de sus más altos cargos institucionales.

La élite mediática tenía claro cuando subirlo y cuando bajarlo del pedestal, a sabiendas de que se trataba de un partido sin estructuras y sin ideología, incapaz de resistir el ataque de los poderes fácticos en el momento que decidieran tumbarlo, con unos dirigentes más preocupados por los puestos y cargos en el parlamento y en otros establecimientos estatales.

A pesar de toda la palabrería con la que llenaban las televisiones, no tenían intenciones de modificar las leyes que garantizan la sacrosanta propiedad privada; tampoco, poner en cuestión el carácter reaccionario de los aparatos del estado heredados de la dictadura franquista, ni el desarrollo de la lucha de clases que contribuyera a mejorar las condiciones sociales y laborales de las clases trabajadoras o a combatir seriamente la precariedad y la pobreza desde los presupuestos estatales.

Como más tarde ocurrió, no tuvieron el minúsculo rubor para aceptar el régimen borbónico del 78, colaborando y compartiendo mesa de manera muy estrecha con una “casta política” a la que en sus discursos iniciales condenaban a las más oscuras tinieblas del infierno político; sirva como anécdota, que no faltaron a las festividades patrias mostrando amplias simpatías por la casa real y por Felipe VI. En sus manifestaciones públicas expresaron una posición favorable a la UE, a respetar los compromisos que tenía el Estado Español con la OTAN, organizando la reunión de la organización terrorista en Madrid. Ni que decir tiene que durante su presencia en el gobierno aprobaron el incremento de los presupuestos para la compra de armas.

4.-ESTRUCTURAS IDEOLÓGICAS Y POLÍTICAS.  EL OBJETIVO DE PODEMOS

Podemos aceptó la monarquía, la bandera monárquica, el ejército, el aparato judicial; no cuestionó el sistema educativo y no le importó la defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos. Nunca ha defendido desde sus sucursales catalanas, vascas, gallegas, y andaluzas el derecho humano a la libre determinación de las personas y los pueblos, componente democrático que nos permita dar pasos hacia el socialismo;

Podemos nunca ha metido miedo a la burguesía con propuestas que fueran contra el derecho burgués de la propiedad privada, sobre la tierra, industrias, bancos, culturas, universidades, control de la memoria histórica. Para nada consideró combatir ideológicamente el fetichismo de la mercancía, se doblegó a la vocación patriótica del reaccionario nacionalismo español impulsado por las clases dominantes en cualesquiera de los pueblos de España. Hay que entender que la burguesía defienda con ahínco el Estado Español puesto que es el espacio territorial en el que llevan a cabo la producción de plusvalía y la acumulación de capital.

Sin embargo, no podemos sorprendernos de todo lo anterior cuando Podemos surgió precisamente para paralizar todo el movimiento de lucha social que había después del 15M y conducirlo al pantano del parlamentarismo como ha logrado hacer; sacó el conflicto de la calle y lo metió en el parlamento consiguiendo la normalización social o lo que es lo mismo la desactivación de las luchas populares y la aceptación del régimen al que condenaba. La fuerza electoral que se tenía en la calle desapareció al entrar en el parlamento y formar el gobierno con el PSOE, todo quedó como una fuerza pasiva sin presencia activa, sin respuesta de acuerdo con el impulso popular obtenido en las calles. Al final, decepción de la política y desánimo de las clases trabajadoras y sectores populares.

5.- CONCLUSIÓN

La necesidad de una fuerza política que rompa con la socialdemocracia y los populismos que encarna y reproduce.

Desde hace muchos años, organizaciones surgidas en el siglo XIX (PSOE) y otras más recientes (Bildu, BNG) surgidas tras el 15 M y años posteriores (Podemos, Compromís, Sumar, etc.) vienen moviéndose en el interior del perímetro que encuadra a lo que consideramos políticas socialdemócratas. Estas, no han cuestionado ni cuestionan las dinámicas de explotación ni de la propiedad privada, ni tampoco desarrollan las categorías y los conceptos que hacen posible una formación crítica de la militancia muy necesaria en las perspectivas de futuro para la superación del capitalismo.

El reformismo socialdemócrata parte de que la explotación capitalista puede ser gradualmente suavizada mediante la acción legal y parlamentaria, admitiendo que el Estado burgués es neutral e interclasista, y sus aparatos pueden ser transformado de modo democrático a favor del proletariado sin ser destruidos, siendo para ello prioritario intentar el colaboracionismo interclasista, el consenso y el acuerdo dentro de las instituciones. No considera la relación entre la producción social y la propiedad en pocas manos del conjunto de bienes y servicios producidos, ni tampoco la relación entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción social.

Todo esto pone claramente de manifiesto la necesidad de una fuerza de izquierda que meta miedo en el contexto nacional e internacional a los propietarios de los medios de producción. Un planteamiento en la lucha antiimperialista e internacionalista no será eficaz sin la unidad nacional e internacional con todas las fuerzas políticas y sociales que quieren transformar la sociedad, con el agrupamiento de todas las organizaciones que realmente quieran cambiar las relaciones internacionales y enfrentarse al imperialismo que hace la guerra en múltiples variantes cognitiva, económica y militar.

Tenemos que enfrentarnos a las decisiones del gobierno español, la UE y el imperialismo americano que ahora nos obligan al incremento de los gastos militares. Los principales Estados imperialistas, son los que promueven la militarización, el rearme y la guerra. Para ello llevan a cabo un intenso trabajo a través de la cultura del miedo y la represión sobre las clases explotadas al interior y exterior de sus países. Potencian la destrucción de la diversidad cultural de los pueblos con la propaganda de la manipulación informativa sectaria y mentirosa. Las consecuencias en los servicios públicos y en el mundo laboral serán terribles, las organizaciones patronales tendrán vía libre para endurecer las condiciones laborales en los centros de trabajo; el Estado llevará a cabo una aplicación más exhaustiva de la ley Mordaza y de las leyes contra la inmigración. El objetivo final es compensar la caída de la tasa de ganancias derivada de la crisis económica agravada con los aranceles del fascista Trump. Las guerras no son sólo militares, también, empiezan a ser económicas, tecnológicas, financieras y comerciales, aunque las llaman de otra manera para no asustar a los telespectadores.