jueves, 6 de febrero de 2025

SOBRE LAS SUBIDAS DE LAS PENSIONES

 

1.- En estos días estamos asistiendo a un enfrentamiento entre el PP y el PSOE que no viene a ser más que una pugna política por demostrar ante la opinión pública española quien es el más eficiente y el más social de los dos. Estos dos grandes partidos políticos no buscan mejoras en el nivel de vida y bienestar de la gente, lo que buscan es el control político en favor de ellos y sobre todo de las élites de este país. Estas formaciones políticas cuando tienen que tomar alguna decisión en contra de la clase obrera se ponen fácilmente de acuerdo, tal y como ha ocurrido con la aprobación de la jubilación voluntaria hasta los 72 años; disposición que silenciosamente abre el camino para que en poco tiempo la jubilación a esa edad sea plenamente obligatoria; lo curioso del caso es que ninguno de los grandes sindicatos ha rechazado esa medida ni han organizado movilizaciones en su contra.

2.- En cuanto al decreto OMNIBUS presentado como un conjunto de medidas sociales, algunas de ellas ya estaban contempladas en la legislación vigente y su aprobación no suponía ninguna novedad. Así, la subida de las pensiones según el IPC es una obligación legal, contemplada en la Ley de la Seguridad Social, por lo que el gobierno la podía haber aprobado sin someterla a votación parlamentaria. Artículo 58 de la Ley 21/2021, de 28 de diciembre Revalorización y garantía de mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones. También el aumento del 9 % de las pensiones no contributivas y la subida de las pensiones mínimas estaban ya aprobadas y con su propio calendario hasta 2027. «

3.- Respecto a las pensiones, los datos dados a conocer por el INE y el informe AROPE ponen de manifiesto que un buen porcentaje de pensionistas casi el 42,5% de las pensiones en Extremadura no superan el umbral de pobreza de 785 € mensuales, lo que coloca a muchos pensionistas en una situación económica precaria. Aún más preocupante es que el 13% de las pensiones son inferiores al umbral de pobreza severa, establecido en 523 € mensuales. En las pensiones de viudedad, la situación es aún más grave, con un 22,5% por debajo de la pobreza severa. La mayoría de estas pensiones de viudedad corresponden a mujeres, lo que refleja una importante desigualdad de género en el sistema de pensiones.  Entre estos porcentajes quienes tienen ingresos inferiores son las mujeres, en muchos casos consecuencias de que han cotizado poco tiempo a lo largo de su vida por falta de empleo, por la precariedad o por diversas circunstancias relacionadas con la atención a la familia.

Esta situación de bajas pensiones proviene de los bajos salarios y de la falta de empleo, factores que repercuten en las cotizaciones a la seguridad social y por tanto en unas pensiones bajas. Todo esto afecta a la calidad de vida de nuestros mayores, muchos de estos se ven obligados a elegir entre cubrir necesidades básicas como alimentación, medicinas, pagos de los suministros vitales y renunciar a actividades de ocio y entretenimiento que pueden derivar en problemas de aislamiento y de salud, además la incapacidad de hacer frente a gastos imprevistos genera incertidumbre y ansiedad.

4.- Estamos obligados a continuar en estas luchas para conseguir que los gobiernos  dejen de pensar en la guerra y detengan el incremento de los gastos armamentísticos y militares e implementen unas mejores condiciones de vida a las personas mayores y dependientes, con centros residenciales de calidad en donde haya un número suficiente de profesionales sanitarios y no sanitarios para que aquellas personas sean satisfactoriamente atendidas, revaloración de las pensiones mínimas para que ningún pensionista viva por debajo del umbral de la pobreza, promover empleos de calidad para que las cotizaciones permitan pensiones dignas y la igualdad de género, en el sentido de que se considere el trabajo que realizan las mujeres como amas de casa y las interrupciones en la vida laboral relacionadas con el cuidado familiar. Por eso, desde los movimientos sociales estamos reclamando con urgencia la necesidad de imponer un programa económico y social que realmente beneficie al pueblo trabajador: Una pensión mínima de 1.200€. Una moratoria real e indefinida en los desahucios. La jubilación a los 60 años. La reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales. La expropiación de viviendas y solares en manos de bancos, fondos buitre y grandes propietarios para destinarlas a viviendas de protección oficial.

 

 

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