jueves, 6 de febrero de 2025

ALGUNAS CUESTIONES DEL DEBATE POLÍTICO EN SOBERANÍA Y TRABAJO

 

1.- Señalo que toda la argumentación de las teorías políticas o económicas no pueden dejar de tener en cuenta la lucha de clases, y las contradicciones del modo de producción capitalista que en su desarrollo va generando los múltiples problemas sociales que padecen las clases trabajadoras. Los gobiernos de las formaciones sociales capitalistas diluyen y aplacan aquellas crisis y necesidades recurriendo a políticas fiscales, monetarias, a la vez que van creando instituciones supranacionales como la UE, el BCE vaciando la soberanía y los poderes nacionales. Los parches con los que borran los conflictos alargan e intensifican los riesgos de mayores trastornos y profundas depresiones. Sin embargo, el sistema no se derrumbará por sí sólo. Nada nos puede hacer olvidar que la destrucción del capitalismo y el avance hacia el socialismo se conseguirá cuando hayamos articulado a nivel nacional e internacional una poderosa fuerza política y social, capaz de instaurar un Estado al servicio de las clases trabajadoras y sectores populares acabando con la propiedad privada de los medios de producción y el derrumbe de todos los aparatos que conforman el Estado burgués.

2.- La democracia no puede entenderse, no hay democracia posible sin el derecho de los pueblos a la autodeterminación, sin la libre decisión de aquellos pueblos que aspiran a su soberanía. Ningún partido revolucionario puede ser imperialista; ninguna organización proletaria puede dejar de reconocer el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, a luchar por su liberación social y nacional. En nuestro caso, la tendencia hacia el patrioterismo español es un peligro que debemos reconocer y combatir con todas nuestras fuerzas. El nacionalismo español trata de hacer creer a los trabajadores que sus intereses son los mismos que los de la burguesía, y para eso introduce en sus mentes la ideología nacionalista de la España de bandera, pandereta y crucifico mediante la educación, la cultura y a veces  con los palos; la burguesía española quiere que se entienda que todos los pueblos, el castellano, el andaluz, el vasco, el catalán, el asturiano, el extremeño, son de su propiedad privada y están bajo sus criterios, como los palestinos son propiedad de los sionistas, las mujeres de los hombres, y todos somos propiedad del imperialismo yanqui.  En el estado español, los sectores más activos del pueblo catalán y del pueblo vasco luchan por la soberanía política de sus territorios.  La negación y condena de esta lucha por su soberanía se lleva a cabo desde las propias burguesías locales catalanas y vascas y por los sectores más reaccionarios del estado. Este rechazo se ha cultivado intensamente desde los aparatos del estado, por medio de la educación, la cultura, la iglesia y medios de comunicación, durante todo el periodo franquista, la mal llamada transición democrática y continua en la actualidad. El derecho humano a la libre determinación de las personas y los pueblos, unido al derecho a la propiedad colectiva de los medios de producción, es un peligro enorme para el derecho burgués a la propiedad privada, a la tierra, a las industrias, a los bancos, a las culturas, a las universidades, al control de la historia. El derecho a la soberanía de los pueblos a la autodeterminación es algo más que un derecho democrático, trata de que el ser humano deje de ser una mercancía, una propiedad privada en manos de la burguesía.

3.- En cuanto a la salida de la UE, y a su transformación para lograr que sea un organismo al servicio de los pueblos, es evidente que las burguesías europeas que deciden las políticas económicas no van a facilitar un camino de rositas, en caso de salida de la UE. Las variaciones que se producirán en algunos aspectos relacionados con la industria, la agricultura, la inmigración, el dinero, o el turismo, tendrán una notable influencia en nuestra soberanía económica y comercial.   El desarrollo de la producción capitalista, con la concentración y centralización de capitales, lleva a un punto a que las burguesías de los países más importantes de Europa tengan que proceder a la construcción de entidades supranacionales, entre ellas la UE y el BCE, con el objetivo de organizar la producción y distribución de mercancías para mantener las ganancias de sus capitales. Estas entidades supranacionales necesitan vaciar de poder y de soberanía a los países que las integran.  De aquí, que los aspectos anteriores nos deben llevar a considerar las dificultades y repercusiones que tendrán en nuestra economía la salida de la UE. La UE es una organización con un poder cada vez mayor que va vaciando y desmantelando el poder de los gobiernos europeos; siendo una entidad que sirve a los intereses del capital y que debemos transformar en una entidad al servicio de los pueblos y trabajadores. El camino por seguir es el de la negación de la negación. Es decir, la salida de la UE, recuperando nuestra soberanía, para establecer si democráticamente el pueblo considera nuevas relaciones y un nuevo proyecto con los países de la UE. Ambos procesos sólo serán posibles con la construcción de una fuerza política y social poderosa en el estado español, con una interrelación importante con las fuerzas políticas representantes de las clases trabajadoras de los estados europeos; es decir, desarrollando una lucha nacional por la soberanía ligada al internacionalismo proletario.  Una barrera que superar en este proceso hacia la soberanía nacional es la evolución antidemocrática que está tomando la política y la economía europea, la presencia cada vez más visible de un estado profundo europeo, como lo llaman algunos analistas internacionales, formado por políticos, burócratas, lobistas, altos mandos militares ligados a la OTAN que controlan la política de la UE. Esta cúpula dirigente está subordinada y a las políticas de TRUMP. Las decisiones de los poderes americanos, está obligando a la cúpula de poder europea a acentuar las decisiones antidemocráticas que chocan cada vez más con los pueblos, en un intento de recuperación de las tasas de ganancia potenciando la industria armamentística y de someter a otras naciones imponiendo aranceles que las arruinen económicamente.

4.- Resulta demasiado sencillo el criterio que sigue la TMM para la solución de problemas del desempleo, de la PAC, la vivienda, etc. que los resuelve haciendo uso de la emisión de billetes por el Estado, cuando aquellos tienen su origen en las contradicciones del modo de producción capitalista, nacen de la lucha de clases, de los intereses de las clases dominantes por incrementar sus ganancias sin tener en cuenta y despreciando los intereses de las clases trabajadoras. En caso de la salida de la UE, la alternativa a las ayudas a las rentas de los agricultores es la reforma agraria, de la que huyen los partidos socialdemócratas y reformistas. Una reforma agraria que expropie a los latifundistas y redistribuya la tierra entre los agricultores para que se pongan en producción las miles y miles de hectáreas sin producir que hay en Extremadura y en Andalucía, controlando los factores productivos en manos de las Multinacionales, y estableciendo políticas públicas que tenga en cuenta las necesidades de la población trabajadora del campo como la calidad y cantidad de los servicios públicos, las construcciones de viviendas, etc.

5.- El modo de producción capitalista determina el tipo de Estado. El paso al socialismo dará lugar a otro tipo de estado totalmente distinto. Cada modo de producción en la historia de la humanidad ha tenido su forma de Estado, que es el más apropiado de acuerdo con los intereses de las clases sociales dominantes. El día de mañana, cuando las clases trabajadoras tengamos la fuerza política y social suficiente para acabar con la dictadura de la burguesía nacerá el estado socialista. Para llegar al socialismo no se logrará con una teoría monetaria, eso se consigue intensificando la lucha de clases, a la cual renuncia la TMM.

6.- Lo que no se entiende es porqué la TMM no la aplican y siguen los países con enormes problemas económicos pero que tienen moneda propia, y personas con indudable formación económica. El problema insisto, está en la lucha de clases nacional e internacional. El enorme bloqueo con el que la oligarquía internacional somete a muchos países que aspiran a su soberanía con la clara intención de apoderarse de sus ricos recursos naturales. Países que han iniciado el camino hacia el socialismo. El ejemplo más evidente y extremo de la agresión de clases es Palestina, también, el bloqueo a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, son ejemplos de la opresión de las oligarquías mundiales contra los pueblos y sus clases trabajadoras.  

7.- En cuanto al trabajo personalizado como solución, ya he señalado que el problema del desempleo nace de las contradicciones del capitalismo, es algo estructural. Este problema no acabará hasta que no acabe el capitalismo. La clase capitalista siempre necesita una reserva de mano de obra en desempleo. En Extremadura conocemos desde los 80, el Empleo Comunitario, luego el PER, ahora los Planes de Empleo Social o de Activación para el Empleo, los subsidios agrarios. El estado recurre a estos mecanismos de subsistencia para que la gente que por diversas circunstancias no puede acceder al mercado de trabajo tenga algunos ingresos. El gobierno no ataca las raíces del problema, nunca se ataca al núcleo de la cuestión, ni en este caso, ni en otros. En el caso de Extremadura habría que llevar a cabo una reforma agraria integral que toque la tierra y otros factores de producción en manos de las multinacionales para satisfacer las necesidades de la población trabajadora.

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