Carlos
Cruzado y José María Mollinedo, técnicos del Ministerio de Hacienda, y
presidente y secretario general respectivamente del sindicato de técnicos de
Hacienda GESTHA, han escrito un libro que llaman “Los ricos no pagan IRPF”. Los
datos los completa en sus análisis Eduardo Madroñal, ratificando en su artículo
en Lahaine.org “Nosotros pagamos aún más, pero los ricos no pagan” : los
ingresos de la Hacienda española proceden en su inmensa mayoría del IRPF que
pagan los trabajadores y pensionistas, del IVA y de lo que pagan las pequeñas
empresas.
1.-
“En 2023, la recaudación del IRPF tuvo un tipo efectivo que llegó al 16,8% en
el caso de las rentas de los trabajadores en activo y al 9,6% en las de los
pensionistas -con un tipo medio del 14,3%- que alcanzan prácticamente la mitad
de lo que Hacienda ingresa -que junto al 30% de la recaudación del IVA-
significa que el 80% de lo ingresado viene de nuestros bolsillos -y si añadimos
la parte del impuesto de sociedades que pagan las pymes, un 15%- manifiesta claramente
que Hacienda vive de nosotros. Y que los muy ricos, los bancos y los
oligopolios se escapan de la HACIENDA pero se chupan ayudas y subvenciones millonarias
a nuestra costa.
2.-
Así, las grandes empresas en España tributaron entre 2007 y 2016 un 6,37% de
sus ganancias, frente al 16% de las pequeñas y medianas empresas. Y en 2018,
sólo fue un 5,69% de sus inmensos beneficios, mientras que las pymes pagaron el
15,14%. Es decir, casi tres veces más. A partir de 1 de
enero de 2023 se introduce un tipo de gravamen reducido del 23% para las entidades
cuyo importe neto de la cifra de negocios del período impositivo inmediato
anterior sea inferior a 1 millón de euros.
3.- Además, la ventaja que tienen los muy ricos
por el sistema impositivo es que el
IRPF tiene un tope marginal del 47% para más de 300.000 euros y el mismo para
300 millones. Los muy ricos se escapan del pago entre otras con las sociedades
de inversión en capital variable (SICAV) que tributan solo el 1%, además de que
las ganancias que obtienen por activos financieros tributan como rentas del
capital con tope del 28%. Y respecto al de Sociedades, las 35 mayores empresas
en España han pagado el 1,43% de tipo medio, porque los oligopolios pagan mucho
menos que las pymes.
4.- Algunas Comunidades Autónomas se saltan a
la torera el artículo 31 de la Constitución Española que establece
claramente su mandato “de un sistema tributario justo e igualitario y que persiga
la redistribución de la riqueza de una manera más justa, tanto individual como
territorial”.
Sin embargo, precisamente quienes más hablan de
defensa de la constitución son quienes menos la cumplen. Algunas presidentas de
comunidades autónomas como es el caso de Extremadura y Madrid critican al
gobierno reivindicando más dinero para sus autonomías, y sin embargo, sus
gobiernos están bonificando los impuestos a los que más tienen. Así, suspenden
o bonifican el impuesto de patrimonio hasta el 100%, cuando lo más lógico es
que este impuesto tuviera un tipo mínimo que evitara estas situaciones tan
injustas. La Ley 38/2022, de
27 de diciembre ha creado la figura tributaria del impuesto a las grandes
fortunas cuyos patrimonios superen los 3.000.000 euros, que vienen a ser unos
3.700.000 dado el mínimo exento de 700.000. Con esta figura tributaria se busca
evitar que queden eximidos aquellos ricos que vivan en comunidades (ejemplos
Madrid y Andalucía) que tienen bonificados el impuesto de patrimonio y con un marginal
máximo del IP del 3,5 %, en cambio en aquellas comunidades cuyo IP marginal supere
el 3,5 % todo quedará igual.
5.-
Los propios inspectores de Hacienda afirman que la mayoría de los efectivos de
esta institución del estado están persiguiendo al pequeño y mediano
contribuyente, cuando el actual sistema permite a las rentas altas (mediante la
elusión y por supuesto con la evasión fiscal que practican especialmente las
grandes empresas, grandes fortunas y entidades bancarias) -con mecanismos como
las sociedades en paraísos fiscales, sicav, desgravaciones, etc.- no pagar
impuestos, cuyas cantidades están entre 20% y 25% del PIB. Es decir, unos 200
mil y 250 mil millones de euros escapan del Estado. El Gobierno y la Agencia
Tributaria deben perseguir esta gran evasión fiscal, cuyas cantidades
dinerarias permitirían una mejor redistribución de la riqueza, y de los
servicios públicos de todo el estado español.
6.-
Son las clases trabajadoras las que mayormente aportan a los presupuestos del
estado, cuyo reflejo son el aumento experimentado en los ingresos de la
Hacienda Pública consecuencia de los pequeños aumentos salariales que hemos
conseguido frente al saqueo inflacionista al que nos están sometiendo las
grandes corporaciones, Hacienda ingresa más porque por esa limitada mejora de
los sueldos y pensiones pagamos más. No obstante, Hacienda no ha actualizado
los tipos ni los tramos de aplicación para tener en cuenta la presión que
ejerce la inflación sobre los salarios de la población trabajadora. En 2023, el
tipo efectivo llegó al 16,8% en el caso de las rentas de los trabajadores en
activo y al 9,6% en las de los pensionistas. Un doloroso récord histórico en
ambos casos.