Las declaraciones de algunas personas representativas de la socialdemocracia en nuestra región y en el estado muestran su satisfacción por los datos del empleo, y la inflación; así, en referencia al empleo, dicen que, ”estamos muy contentos con los datos de empleo”, para luego corregir la afirmación y señalar que“ la calidad del empleo cada vez es peor y la gente no puede independizarse, irse de vacaciones y llevar una vida digna porque los sueldos y la jornada laboral se lo impiden”, entonces, en qué quedamos; mientras que líderes estatales señalan en materia de inflación que “España tiene la tasa de inflación más baja de la Unión Europea gracias a las respuestas del Ejecutivo y a la gestión ejemplar de la inflación”.
Sin embargo, los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística avalan más bien la realidad a la que, de forma cotidiana, deben enfrentarse las familias de las clases trabajadoras de todo el Estado. La situación objetiva ofrece una subida continua de la inflación, el estancamiento de los salarios y como resultado, el empobrecimiento en masa de la población trabajadora. Con los ingresos actuales, que han subido de media un 2,8 % no se pueden compensar las subidas experimentadas por alimentación, la energía, el transporte, la factura de teléfono o los gastos asociados a la educación de sus hijos.
En el caso de Extremadura, tomando como referencia mediados del año 2022 los alimentos han subido de media casi un 20 %. Así, a los que se aplica una supresión del IVA desde el 1 de enero de 2023 (del 4% al 0%) están las frutas frescas, cuyo coste ha subido de media un 22,7% en la comunidad autónoma desde abril de 2022; o el pan, que en este mismo periodo lo ha hecho en un 11,2%, siendo Extremadura la segunda autonomía tras Canarias que presenta la subida mayor. Si los precios de los alimentos frescos han subido notablemente, el aceite ha experimentado una subida respecto al año anterior próxima al 40 %. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) procedentes del IPC, el aceite de oliva era en abril un 68,1% más caro que un año antes, y acumula un repunte del 204,8% desde enero de 2021, lo que significa que su coste se ha triplicado en los últimos tres años.
El proceso general que sigue el sistema capitalista se desarrolla en toda su magnitud en Extremadura independientemente de que los gobiernos sean del PSOE o del PP. Por un lado, la concentración y centralización de los medios de producción con la tierra, industrias, negocios, pasando a manos de grandes empresas y, por otro, el empobrecimiento de la mayoría de la población, a base de la subida de los precios de bienes y servicios básicos, y sobre todo con el incremento de la explotación laboral.
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