domingo, 4 de agosto de 2024

NOTAS POLÍTICAS SOBRE LA REFORMA DE LAS PENSIONES

 


1.- El capitalismo es un sistema imposible de reformar; sus dos componentes básicos: el capital y la fuerza de trabajo son contradictorios, discordantes; uno gana si el otro pierde. Los beneficios de la producción y distribución de bienes y servicios generados por los trabajadores/as son apropiados por una minoría social representada por los dueños de los medios de producción. La clase obrera recibe lo mínimo necesario para su reproducción como fuerza de trabajo, para que siga día a día con el manejo de los medios de producción (tierra, industrias, comercios, etc.) trabajando y produciendo bienes y servicios.

2.- En la economía mundial, las poblaciones trabajadoras de las sociedades occidentales mantienen un nivel de vida superior a costa del saqueo de los recursos naturales y de la sobreexplotación de la clase obrera de los países colonizados. La liberación política y económica que estamos viendo de naciones sometidas y oprimidas comienza a acrecentar las crisis económicas y a repercutir en la caída del grado de bienestar de las clases trabajadoras del mundo occidental.

3.- El occidente colectivo busca de manera perseverante nuevas formas de superar las adversidades que le impiden seguir reproduciendo y acumulando más capital. En este contexto se encuentra la necesidad de contar con suficiente mano de obra en el mercado de trabajo. En esta tarea, Pedro Sánchez y sus aliados políticos de SUMAR no han dudado en firmar pactos para facilitar mano de obra al capital: son las medidas relativas a las reformas de pensiones acordadas por el gobierno “progresista”, los sindicatos del régimen, CCOO y UGT, y la organización empresarial CEOE. Aunque lo acordado tiene mucho que ver con los acuerdos pretéritos con la UE para el cobro de los fondos europeos.

4.- La justificación vergonzosa de los acuerdos: “Para que los pensionistas, hombres y mujeres, especialmente, los que tienen pensiones de miseria cobren más tienen que volver a trabajar y es necesario por la subida del coste de la vida”. Se trata de un golpe bajo, anunciado a las puertas de agosto, que introduce a los pensionistas más pobres en el drama del pluriempleo y la ampliación encubierta de la edad de jubilación, y con el aval de las principales organizaciones sindicales, CCOO y UGT, como siempre. No se habla de establecer pensiones dignas y reducir la edad de jubilación para que quienes han exprimido sus energías a lo largo de toda una vida, puedan vivir dignamente.

5.- La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha confirmado que el acuerdo firmado con los sindicatos contempla que para cobrar el 100% de la pensión se necesitarán al menos cinco años en activo tras el cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación, lo que en la práctica se amplía hasta los 70 años. Según indica la ministra "La idea que se maneja desde el gobierno es que quien tenga pensiones bajas debe trabajar para mejorarlas, a pesar de la edad. Esto repercute de manera directa en aquellos sectores que no han tenido oportunidad de mejorar su cotización".

6.- En definitiva, lo que se necesita son menos enredos con normas y leyes que nos lían y confunden; lo que se necesita es la aprobación de unas edades de jubilación y unas pensiones dignas para todas las actividades laborales como reclaman los movimientos de pensionistas. Sin embargo, todo esto no será posible mientras no dispongamos de una organización y la fuerza revolucionaria como la única vía para la emancipación política de las clases trabajadoras, capaz de acabar con una sociedad en donde la injusticia y la insolidaridad nacen de un estado que confiere a los explotadores el disfrute de la mayor parte del valor de los bienes y servicios que con su esfuerzo y sudor genera la clase mayoritaria de la sociedad, la clase obrera.

 

 

 

 

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