Ante la falta de un referente
político revolucionario en estas elecciones europeas, y viendo que el proyecto
político global de la UE se cimenta en torno a tres ejes básicos: guerra,
austeridad y genocidio, personalmente mi consideración política es la
abstención activa: El incremento de los presupuestos militares para la guerra y
el recorte de los derechos sociales y políticos; los recortes generalizados en
los servicios públicos y salarios con el empobrecimiento generalizado de la
población trabajadora, el blanqueo de la masacre de la población palestina, con
la compra y venta de armas al ente sionista. Esta es la agenda de la UE que se
va a legitimar en las elecciones del 9 de junio. La abstención activa implica
que no es suficiente con no votar; también, es necesario que deba ir acompañada
de la denuncia y movilización.
Esta agenda guerrera lo subrayan las decisiones del
gobierno de España recibiendo al fascista ZELENSKY al que le regalan fondos
millonarios para la guerra. En este recibimiento participan el gobierno español
y la monarquía, una institución anacrónica que se mantiene por la gracia de un
dictador. Este tipo de cosas ponen bien a las claras que España no alcanza ni
el estatus de democracia burguesa, en donde los elementos propios del medioevo
(feudalismo) aún persisten en toda su realidad con una familia real por encima
del resto de la sociedad que tiene a su servicio un aparato del estado que le
sirve fielmente.
En este cuadro dirigente de la sociedad española nos
encontramos con un gobierno formado por social liberales (PSOE) y
socialdemócratas (SUMAR) que tienen la cara de hacer un regalo de 1.100
millones de euros en armas destinadas a reforzar al fascismo ucraniano y a su
amo, que no es otro que la OTAN, fiel herramienta del imperialismo.
Desde esta coalición de gobierno están hartos de
afirmar que no hay recursos para la sanidad, educación, pensiones, centros
residenciales para mayores y dependientes, para viviendas, ayudas sociales a
las familias en estado de pobreza, etc. pero esto no es creíble cuando se lo
gastan en suministrar armas siguiendo la obediencia ciega al imperialismo de la
Unión Europea y la OTAN.
Una vez más, se pone de manifiesto que los gobiernos
como el español están al servicio y promocionan los negocios de las
multinacionales, siendo estas grandes empresas dedicadas a la producción y
distribución de armamentos las que seguirán obteniendo beneficios millonarios con
las matanzas humanas de miembros de la clase obrera, puesto que no serán los
hijos de los dirigentes políticos y empresariales los que vayan a las guerras.
En este orden de cosas, en sintonía con otras organizaciones
sociales, entre ellas las ligadas a la FSM (Federación Sindical Mundial), denunciamos
esta decisión política del gobierno español u otras decisiones políticas que
alimentan el militarismo y las guerras, nos ratificamos en lo señalado
inicialmente de que los sectores sociales precarizados y maltratados por el
capitalismo y en general, las poblaciones trabajadoras, no deben votar a
opciones políticas que por mucho que denuncien la guerra y pidan la paz, sin
embargo, a la hora de la verdad desde los gobiernos apoyan materialmente y
contribuyen a la destrucción material y a las matanzas humanas.
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