Las
movilizaciones de los agricultores siguen adelante, hoy se han producido en
Badajoz, el próximo domingo serán en Madrid, y así deben continuar hasta que
los poderes políticos tomen conciencia de que los objetivos que se persiguen van
más allá de los específicos relacionados con sus intereses agrícolas.
En
la de hoy, en Badajoz, un motivo concreto de la comparecencia de la
manifestación ante el edificio de la Delegación del gobierno era la denuncia
pública de las multas que se han interpuesto contra una serie de personas en
las anteriores movilizaciones. La Delegación del gobierno debe eliminar esas
imputaciones económicas puesto que no se corresponden con el comportamiento pacífico
de los manifestantes ni con propio artículo 21 de la Constitución, en el que se
establece el derecho a la manifestación pacífica; está claro que las denuncias sólo
tienen la finalidad de disuadir a los agricultores a que prosigan con sus
movilizaciones.
Aquellos,
no se cansan de repetir que los objetivos de sus luchas van claramente contra
las políticas de la UE y la aplicación de estas por el gobierno del estado
español. Consideran que hay que modificar las políticas agrarias cuyo rumbo
general conduce a una más que rápida liquidación de nuestra producción agrícola
y a la consecuente pérdida de la soberanía alimentaria, así como a una subida
escandalosa de precios que castiga muy especialmente los salarios de las clases
trabajadoras.
En
sus movilizaciones exigen que la UE cambie la distribución de los fondos de la
PAC, el control de las importaciones de productos agrícolas procedentes de terceros
países que gozan de medidas fiscales y sanitarias beneficiosas respecto a las
producciones autóctonas, la interrupción y anulación de los acuerdos comerciales
con organismos supranacionales que se llevan a cabo sobre la base de las
materias agrícolas y la supresión de un
conjunto de normas que disfrazadas como de Defensa de la Naturaleza lo que ocultan
es el proceso de liquidación de las explotaciones agrarias.
La
UE es una herramienta manejada por las grandes organizaciones políticas conservadoras,
liberales y socialdemócratas asentadas en el Parlamento y en otras
Instituciones europeas; desde estas jurisdicciones políticas se definen y
concretan directivas y normas que sirven fielmente la lujuria económica de las
grandes multinacionales y fondos de inversión. Estas poderosas entidades ya dominan
la mayor parte de la producción de alimentos al poseer grandes extensiones de
tierra, macro granjas y potentes cadenas de supermercados para su distribución
y venta.
Las
movilizaciones de los agricultores, además de sensibilizar a la población de la
justicia de sus reivindicaciones y de medidas inmediatas que respondan a estas,
por la proximidad de las elecciones europeas que se celebrarán en breve período
de tiempo, deben servir para calibrar en qué medida los partidos políticos son
susceptibles de recoger en sus programas y garantizar el cumplimiento de las propuestas
implícitas y explícitas en las reivindicaciones agrícolas.
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