1.- LA ACTITUD DE
LA UE
Según algunas organizaciones agrarias y
plataformas independientes del sector agrario el marco normativo europeo no
para de añadir nuevas cargas al sector, más restricciones a su competitividad y
más cargas a los elevados costes de producción. Para la Unión Europea no son
suficientes los acuerdos comerciales o la desigual distribución de los fondos
de la PAC para favorecer a las grandes explotaciones agrarias y la penetración
en la propiedad de la tierra de los fondos de inversión y otros poderosos
grupos industriales. También, sus afanes militaristas se traducen en soportar
la economía ucraniana y darle oxígeno para mantenerla activa, de tal modo que
este país siga en confrontación y siendo carne de cañón en la guerra de la OTAN
contra RUSIA, permiten que granos de Ucrania penetren libremente en los
mercados europeos. Esta acción comercial está lesionando especialmente a
Polonia y Rumania que son los países más afectados por las importaciones de
productos agrícolas procedentes de Ucrania. Las entradas del grano están
acabando con sus producciones autóctonas y arruinando a los agricultores. No es
muy diferente a lo que sucede en España invadida por producciones agrícolas de
otros países, especialmente de Marruecos, con la particularidad de que estas
importaciones están producidas en ese y en otros territorios no comunitarios
por grandes empresas transnacionales occidentales que controlan la producción,
distribución y venta.
2.- LA RECONVERSIÓN AGRICOLA
Si
en los años 80, 90 las reconversiones industriales y agrarias se justificaron
por la entrada en la UE, ahora la reconversión del campo se justifica por la
Defensa de la Naturaleza. Estas medidas harán insoportables el mantenimiento de
las pequeñas y medianas explotaciones agrarias que se irán abandonando poco a
poco. Las manifiestas pruebas de este objetivo se ponen de relieve con la
continua aprobación de leyes “verdes”. Hace pocas semanas el Parlamento Europeo
aprueba una ley para la Restauración de la Naturaleza. El ponente ha sido Cesar
Luena, del PSOE. La ley deriva de una
propuesta de la Comisión del 22 de junio de 2022 para elaborar un reglamento sobre restauración de la naturaleza. Se quería
contribuir a la recuperación a largo plazo de la naturaleza dañada en todas las
zonas terrestres y marinas de la UE y alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE. Según la Comisión, más del 80% de los hábitats europeos
están en mal estado; la nueva ley traería importantes beneficios económicos, ya
que según señala el ponente cada euro invertido generaría al menos 8 euros de
beneficios. También, se dice que esta legislación responde a las expectativas
de los ciudadanos en relación con la protección y la restauración de la
biodiversidad, el paisaje y los océanos, expresadas las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. La
nueva ley debe contribuir a alcanzar los compromisos internacionales de la UE,
en particular el marco mundial de biodiversidad de Kunming-Montreal de la ONU. El
objetivo es que la reparación de los ecosistemas terrestres y marinos degradados
llegue al 20 % en el año 2030 y sea total en el año 2050. Entre los terrenos
degradados se incluyen las tierras de cultivo. En los ecosistemas terrestres
(6) hay una comunidad de organismos vivos que interaccionan entre sí y con
seres no vivos como el suelo, el agua y el aire.
3.- EL CONTENIDO DE LA LEY
Para
restaurar la naturaleza se podrá recurrir a la adopción de medidas, tales como
la eliminación de diques y presas, la reducción de la intensidad del pastoreo o
los regímenes de siega en pastizales, detener o reducir el uso de plaguicidas
químicos, abonos y estiércol y permitir que los ecosistemas desarrollen su
propia dinámica natural, por ejemplo, mediante el abandono de la explotación. Para
dulcificar la norma ante la opinión pública el Parlamento señala que la ley
solo deberá aplicarse una vez que la Comisión haya aportado datos sobre las
condiciones necesarias para garantizar a largo plazo la seguridad alimentaria,
y cuando los Estados miembros hayan cuantificado el área que necesita ser
recuperada para alcanzar los objetivos de restauración para cada tipo de hábitat.
El hábitat es el lugar considerado que reúne las condiciones adecuadas para que
todos los seres vivos logren vivir y reproducirse. La Cámara también plantea la
posibilidad de posponer los objetivos en caso de consecuencias socioeconómicas
excepcionales.
4.- NO HAY UN PLAN FINANCIERO
Según
la Unión, no hay un plan financiero para el presupuesto necesario para acometer
los planes de la restauración que serán de unos 7000 millones de euros, que se
supone saldrán de las líneas de financiación que ya existen. En el plazo de
doce meses desde la entrada en vigor del Reglamento, la Comisión tendrá que
evaluar si hay algún desfase entre las necesidades financieras de restauración
y los fondos de la UE disponibles y buscar soluciones para colmar dicha brecha,
en particular a través de un instrumento comunitario específico. La dedicación de estos fondos a cumplimentar
la nueva ley implicará una reducción de los fondos destinados a las
explotaciones agrarias, lo que supone más recortes económicos para los
agricultores. En la propia Ley se recoge que se puede suspender la aplicación de
los objetivos ambientales durante un período de 12 meses en caso de que se den
circunstancias especiales o hechos extraordinarios que reduzcan la superficie
agraria para la producción alimenticia. Los parlamentarios europeos parece que
están ciegos y no son conscientes de las circunstancias extraordinarias que
está viviendo la población trabajadora con todo lo que viene sucediendo desde
hace años y que sin duda se catalogan como hechos extraordinarios: pandemia,
conflictos bélicos, tensiones inflacionistas, sequías, falta de rentabilidad o
falta de relevo generacional, etc...
5.- UNA NORMA QUE NO RESPETA LA ACTIVIDAD AGRARIA
No
tiene mucho sentido que con todas las movilizaciones de agricultores que se
están llevando a cabo en muchos países europeos contra estas políticas de la Unión
Europa, sea precisamente el Parlamento Europeo quien apruebe una nueva Ley que
apretará más la soga al cuello de los agricultores. Como señala la organización agraria la Unión
esta ley ignora el papel fundamental que la actividad agraria y forestal tiene
en el mantenimiento del medio ambiente y representa, otra vez, la desconfianza
que los representantes políticos tienen respecto de la actividad agraria y
forestal. Así, considera que el Reglamento aprobado es otra muestra de cómo la
política europea menosprecia al sector agrario a pesar de su difícil situación
económica y social. En su opinión, esta Ley va a ser otra carga añadida para
los agricultores. No entienden las medias tintas en el comportamiento de los
europarlamentarios que por un lado y aparentemente, dicen ser conscientes de
las enormes dificultades del sector y de que hay que moderar la presión sobre
los agricultores y por otro, votan en función de intereses contrarios a la
seguridad y la soberanía alimentaria comunitaria y estatal. Mientras el
ministro PLANAS habla de dialogar y acordar, los parlamentarios socialistas y a
la cabeza Cesar Luena plantean una ley sin debate con los interesados, que
viene agravar los problemas de los agricultores. Con el paso del tiempo está
quedando claro, una vez más, que la Unión Europea es una institución que va
contra las poblaciones trabajadoras y en beneficio de las grandes
multinacionales y el capitalismo internacional.
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