jueves, 28 de septiembre de 2023

EL ACEITE DE OLIVA, UN ARTÍCULO DE LUJO PARA LAS CLASES POPULARES

 

El aceite de Oliva no para de encarecerse hasta el punto de ser ya un artículo de lujo para la clase trabajadora. El precio sube y sube y ningún gobierno lo detiene o regula. La ministra en funciones Yolanda Díaz, decía que «necesitamos un gobierno que actúe contra la inflación y la especulación”, se olvida de que forma parte del actual gobierno en funciones; sea como sea, nadie de los que pudieran hacer algo, hace nada al respecto, ni ella, ni los ministros en funciones, tanto el de agricultura Planas, como el de Consumo Garzón que ni está ni se le espera, ni los dirigentes que tenemos más próximos, como los de la Consejería de Agricultura de Extremadura.

 

El aceite, es un elemento de primera necesidad, básico de nuestra gastronomía y de la dieta mediterránea. En la actualidad, es un producto inalcanzable para la inmensa mayoría de las familias, especialmente para las más precarias.  Antes, el aceite de oliva formaba parte, aunque en cantidades mínimas, de los repartos de alimentos a las familias más pobres que distribuyen las diferentes entidades asociativas procedentes del FEGA (Ministerio de Agricultura). Ahora ya no hay aceite, ni tampoco leche. Además, las cantidades del resto de productos son menores. La administración estatal considera que los pobres están acostumbrados a pasar hambre, y porque pasen algo más de lo normal no va a caerse el mundo.

 

En el sistema productivo extremeño el aceite de oliva representa un legado histórico y cultural, debiera ser nuestro producto por excelencia, y un alimento primordial de las familias extremeñas. Sin embargo, es una evidencia que “Los precios del aceite de oliva están en manos de las grandes empresas del envasado y la comercialización de las que son extremadamente dependientes centenares de pequeñas cooperativas y almazaras que, antes o después se verán absorbidas por los monopolios. Son estos los que expolian nuestras tierras, nuestros olivares y nos arrancan de nuestras manos nuestro aceite y lo exportan barato a su Unión Europea”.

 

Los productos básicos de la economía se manipulan como mercancías para proporcionar ganancias a las clases ricas, por lo que es una necesidad de que las clases trabajadoras decidan y establezca un control de la producción, la distribución, y en general de la economía.  El primer principio al que se debe la regulación de la producción y exportación de aceite de oliva es el de cubrir las necesidades de nuestra población, estableciendo unos precios máximos del aceite de oliva y protegiendo la producción de los agricultores y pequeño campesinado frente a las grandes empresas del sector.

 

La problemática oleícola vuelve a poner de manifiesto que la igualdad de la que hablan los políticos y tantos tertulianos en los medios de comunicación es una farsa, es una falacia, no existe, es una manera de confundirnos y alienarnos con sus mentiras. Mientras exista el capitalismo la desigualdad estará presente en todos los órdenes de la vida, una muestra evidente es lo que pasa con el aceite de oliva, unos grupos sociales, los jornaleros y agricultores lo producen y otros, los monopolios y especuladores se enriquecen a su costa, con el consentimiento de los gobiernos.

 

 

martes, 26 de septiembre de 2023

La visita de la presidenta extremeña al borbón, los recortes previstos y los comedores escolares.


La presidenta del gobierno extremeño ha visitado al rey de España con el mensaje de que intervenga en defensa de la igualdad de los españoles. Suponemos que María Guardiola, ha tenido en cuenta algunas cuestiones de las que vamos a señalar. No dudamos en que le ha hecho llegar al Rey su preocupación por el futuro inmediato de las clases trabajadoras de nuestra Comunidad que se van a ver negativamente afectadas por las decisiones futuras del gobierno español en relación al cumplimiento con la UE.

Así, en 2024 el nuevo gobierno del Estado español debe recortar 30.000 millones para cumplir con la Unión Europea. Por supuesto, no dejará de subvencionar a las grandes empresas que reciben más ayudas públicas que los pequeños empresarios y agricultores, tampoco dejará de financiar con miles de millones la guerra y mucho menos reducirá los sueldos de los diputados y senadores en el Congreso que ejercen tan buenos servicios al capital. A su vez, no dudamos que otros de los grandes objetivos del Estado serán recortar la Sanidad, la Educación y las pensiones públicas.

María Guardiola debe estar preocupada por lo que indican los informes de la OCDE respecto a las transferencias públicas que reciben los ciudadanos y ciudadanas del Estado Español. En este orden de cosas, el informe de la OCDE refleja que el 20 % de la población con más ingresos recibió más del 30 % de las transferencias públicas, mientras el 20 % de la población con menos ingresos recibió menos del 12 % de las transferencias públicas.

Suponemos que la presidenta de Extremadura en su petición de igualdad al Rey, de la defensa de la igualdad para todos los españoles que se establece en la Constitución, haya tenido en cuenta las transferencias públicas que reciben los españoles y extremeños más ricos en base a estas informaciones de la OCDE, y los recortes previstos en los servicios públicos que va a sufrir especialmente la población trabajadora.

Desde UED nos parece de lo más reaccionario que en una comunidad como la extremeña cuyo presupuesto no da para mucho, el gobierno derechista que preside esta señora lleve a cabo la supresión de impuestos a los ricos y siga la línea política del PSOE, incluso incrementando, con la financiación de los centros educativos privados cuando en los centros públicos se observan carencias importantes.

La entrevista con el Borbón seguro que la ha hecho recapacitar y vendrá con la intención de cambiar la decisión para que los miles de menores extremeños a los que ha quedado sin la gratuidad de los comedores escolares, accedan a ellos. Hay que tener en cuenta que para muchos de ellos será la única comida caliente que tengan al día. La presidenta María Guardiola debiera estar al día de los resultados de los investigadores epidemiológicos que recientemente han celebrado el Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología. Estos investigadores analizaron las condiciones de vida y la salud, a partir de los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística desde 2016 a 2021. En los mismos se destacan múltiples aspectos que tienen relación directa con la salud y la mortalidad. Uno de los más claro es que el nivel socioeconómico es uno de los mayores determinantes en la salud. O como les gusta decir a algunos epidemiólogos: el código postal influye más en la mortalidad que el código genético. De aquí, que sea una prioridad que las instituciones públicas velen por la alimentación de los menores como elemento fundamental de la calidad de vida que tendrán en un futuro no muy lejano.

En otro orden de cosas, hay cuestiones que en estos momentos dan cuentas de la problemática extremeña como es el caso de los precios de las aceitunas que reciben nuestros agricultores y por el contrario los precios del aceite alcanzan niveles inalcanzables para las familias extremeñas. No conocemos las propuestas que la Presidenta y la Consejera de la Comunidad Extremeña tienen para atacar este problema que deriva de la concentración de la producción en manos de grandes empresas de envasado y comercialización está dejando a cientos de pequeñas cooperativas y almazaras a merced de estos monopolios. Esto empobrece a la región, a los jornaleros y productores agrícolas y expolia sus tierras y sus olivares.