Desde UED-PSLF tenemos que denunciar como el consejo
de ministros del gobierno más progresista del mundo mundial viene aprobando
desde el 1 de enero hasta el mes de octubre de este año nada menos que 22.360
millones de euros con cargo a presupuestos futuros, al margen de lo ya establecido
en los presupuestos actuales. Este dineral sirve para alimentar la maquinaria militar y enriquecer
el negocio de la industria de armamentos.
Mientras tanto, en Extremadura, en estos meses es notable el
aumento del número de personas que carecen de lo básico para vivir, con necesidades
básicas incapaces de saciar, y en algunos casos, teniendo que recurrir a la caridad
en la calle: pidiendo en la puerta de los grandes establecimientos públicos, en
la puerta de los bancos o tirado en las calles de algunas poblaciones
importantes. Esto viene ocurriendo de manera cada vez más visible en
localidades de Extremadura.
Desde UED-PSLF tenemos que denunciar este abandono por parte de
las administraciones públicas de los sectores sociales más deprimidos. Mientras
el gobierno monárquico destina miles de millones de euros a la industria de las
matanzas humanas, deja de lado el combate contra la pobreza siendo incapaz de
frenar el crecimiento de los productos de primera necesidad. Este estado de
cosas pone difícil la subsistencia para cientos de miles de personas con
ingresos y ayudas sociales precarias e insuficientes para alimentos, vivienda y
otras necesidades básicas.
Además, con el objetivo de ahorrar en lo que considera el
derroche de alimentos que hacen los pobres eliminará las distribuciones de
alimentos para el próximo año. Así, en el 2024 se llevará a cabo la definitiva eliminación
de alimentos para las familias desfavorecidas que se realiza desde el FEGA a
través de la CRUZ ROJA, reducción de alimentos que se ha venido desarrollando
durante el año 2022 y el 2023 que se completará de manera definitiva para el
2024.
La injusticia y la insolidaridad de las administraciones públicas
está dando lugar a que la penuria social salga a la superficie en diferentes
localidades extremeñas. La cara de la pobreza brota con una visibilidad pública
que no tiene precedentes. Las personas salen a la calle pidiendo limosnas. Este
estado de cosas nos muestra las mentiras de nuestros gobernantes cuando nos dicen
que el bienestar no se detiene, y que somos los mejores en la UE.
Desde UED-PSLF exigimos a los
gobiernos municipales, a la Junta de Extremadura y a los representantes del gobierno
central a que se dejen de engaños y falsedades y con servicio al pueblo tomen
medidas que den soluciones a la pobreza que sufren los sectores sociales más
deprimidos. Una sociedad no puede ser ética ni decente cuando en su seno, a la
vez que se derrocha dinero celebrando fiestas y todo tipo de actividades lúdicas,
haya gente pidiendo limosnas en las calles para poder si quiera alimentarse.
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