1.- LA IDEOLOGÍA DE BRZEZINSKI
Los planes de dominación
mundial de los EEUU no han parado desde la segunda guerra mundial. Los
capítulos más recientes son una buena prueba de ello: Corea, Vietnam, la caída
de la URSS, los asesinatos de Gadafi y Sadam Hussein, las intervenciones
militares en Libia, Irak, Afganistán, Siria, Yugoslavia, golpes de estado en Chile,
Argentina, Uruguay y cientos de intervenciones en pueblos africanos, etc.
Las ideas de Zbigniew Brzezinski,
máximo colaborador de Jimmy Carter, expuestas en su libro “El gran tablero mundial: la supremacia estadounidense y sus
imperativos geoestratégicos” fueron
y son una guía para la acción política y militar. Importante es el papel de Victoria
Nuland en los acontecimientos relacionados con Ucrania; esta mujer desde 2013 portavoz
del Departamento de Estado con Obama, y posteriormente hasta 2017 responsable
de política exterior de los EEUU, preparó el golpe de estado en Ucrania en 2014
que llevó a los nazis ucranianos al poder. Después, Zelensky fue el personaje encargado
de preparar el terreno de Ucrania como cabeza de puente para atacar y fragmentar
a Rusia en un conjunto de naciones independientes. Los asesinatos de Odesa y
los más de 14.000 muertos en el Donbass mostraron la naturaleza nazi del régimen
ucraniano como títere al servicio del imperialismo.
Lo cierto es que las directrices de Brzezinski no están llevando a buen
puerto al imperio americano y a sus aliados del mundo occidental; cada día
pierden más influencia y poder. El mundo Unipolar que controlaban va dando paso
a otro Multipolar que surge con fuerza y rapidez, en el aspecto militar, económico
y financiero. El mundo camina en otra dirección. El dólar cede terreno ante el
yuan y otras monedas, perdiendo la hegemonía que tenía hasta hace poco tiempo. Se
abre paso lo multipolar; la inmensa mayoría de las naciones quieren tomar sus
`propias decisiones sin que ningún poder imperialista las condiciones.
2.- LA CENSURA INFORMATIVA SOBRE LA GUERRA DE UCRANIA
En los países de Europa seguimos sometidos a una censura informativa y a
la propaganda que viene de Washington. Las agencias de noticias del
imperialismo yanqui y de la OTAN, son las fuentes de información que trabajan a
toda máquina a la vez que se prohíbe todo tipo de noticias independientes,
siendo imposible una mínima crítica o aclaración de las razones que han llevado
a Rusia a esta Operación Militar Especial. Los medios de comunicación occidentales y sobre todo los
españoles tienen bloqueadas todas las noticias que permitan acercarnos al
conocimiento de la otra realidad de lo que pasa en el planeta tierra.
Todas las ideas que llegan a la opinión pública procedentes de
tertulianos, opinadores, entrevistas, medios de comunicación, documentales,
programas de los más insólitos constituyen un río de noticias que van en la
misma dirección, todo es unilateral a favor de los corruptos y fascistas, Biden,
Von der Leyen y Borrell en su jardín, cuyas fechorías se ignoran.
Los lugares comunes que todos los
días escuchamos en los telediarios e informativos se centran en: “es
inaceptable que un país invada a otro país sean cuales sean sus motivaciones”; “la
invasión de Rusia es ilegal”, “la OTAN es un organismo defensivo y debe ayudar
a Ucrania”, “Ucrania lucha por su libertad, todo país tiene derecho a defenderse
de una invasión”, “Putin es un dictador y tirano y quiere apoderarse de
Ucrania”.
Los lugares comunes ocupan todo el espacio publicitario para consumo de
la población. Sin embargo, hasta la fecha, los medios occidentales no han querido
aclarar las razones del porqué de la intervención rusa en Ucrania.
3.- LA AVIDEZ DE LAS BURGUESÍAS POR LOS RECURSOS NATURALES RUSOS.
Nadie quiere hacer mención a los diferentes intentos que desde la antigüedad
y más recientemente las potencias occidentales han perpetrado contra esta
nación eslava; han sido muchas las invasiones que ha sufrido el territorio ruso,
las más recientes en la historia, las de Napoleón, la invasión de las potencias
occidentales para asfixiar a la Revolución de Octubre, y la última, la Alemania
nazi. Todas ellas con el objetivo de apoderarse de sus inmensas riquezas.
En la actualidad, el imperialismo americano y la OTAN no han renunciado
a las políticas militaristas, tal y como hicieron con Yugoslavia, Libia, Irak y
en Siria, en dónde roban al pueblo sirio el petróleo y el trigo como mercenarios,
salteadores de caminos. Nadie quiere aclarar los propósitos no llevados a la
práctica, a pesar de las propuestas y los intentos abortados que están frenados
ante el miedo al poderío militar nuclear ruso. No obstante, no cesan los preparativos
de guerra de la burguesía norteamericana para poner los pies en el territorio
de Rusia. Ahora, utilizando como cabeza de puente a Ucrania.
4.- LA INFORMACIÓN QUE NOS LLEGA
Tampoco, se quiere informar a la opinión pública de quienes salen beneficiados
de esta guerra y de la repercusión que están teniendo las múltiples medidas económicas
de bloqueo contra Rusia y China, a pesar de que avanza visiblemente la ruina y el
endeudamiento de los estados europeos y el empobrecimiento de sus clases
trabajadoras.
No tiene mucho sentido que la Unión Europea acepte su
desindustrialización con el desplazamiento de las grandes empresas a los EEUU. Estamos
esperando a que los tertulianos y medios de comunicación nos informen y aclaren
como la burguesía norteamericana es la que se está enriqueciendo con la venta
de petróleo y gas a precios mucho más caros que a los que suministraba Rusia.
No se dan noticias sobre los millones de personas ucranianas que a consecuencia
de la guerra se van a vivir a Rusia, en número muy superior al que pasan a otros
países, porque en buena medida son parlantes rusos y se identifican con la
cultural y la historia de lo ruso; en muchos casos de procedencia rusa.
En definitiva, ya es hora de que acabe todo este conjunto de
manipulaciones informativas y que los medios de comunicación y los periodistas acaben
con esta farsa, ya es hora de que finalice esta información sesgada sobre las
razones y consecuencias de la guerra. Y por supuesto es hora de que acabe la
guerra y la matanza de seres humanos.
Ya está bien que los medios de comunicación españoles no denuncien y el
gobierno español no intervenga para que se deje en libertad al periodista PABLO
GONZÁLEZ, preso en Polonia por sospechas de los nazis de que está informando de
las verdades de la guerra. Ya está bien que Pedro Sánchez se deje de viajes y
apoyos a Zelensky cuando en Ucrania se han prohibido todos los partidos
políticos socialistas y comunistas y se persigue y encarcela a los demócratas.
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