Campamento Dignidad y Mérida Solidaria hacen un llamamiento para que el día 15 de julio acudamos a la concentración en la PLAZA DEL RASTRO, en Mérida, para denunciar la escalada de precios que está dando paso a una inflación organizada y promovida por los gobiernos de la Unión Europea que empobrece a la mayor parte de la ciudadanía y enriquece a las grandes petroleras, eléctricas, entidades bancarias y toda laya de especuladores que chupan la sangre de las clases trabajadoras, entre ellas las de las extremeñas.
El día 15 de Julio tenemos que exigir con todas nuestras fuerzas un incremento digno de todas las ayudas sociales, subsidios y pensiones con cantidades que estén por encima del umbral de la pobreza y nunca por debajo de los 1.200 euros.
Tenemos que exigir las medidas necesarias para que ninguna familia de la región extremeña esté sin un techo habitacional digno donde vivir. La Junta de Extremadura debe hacerse cargo de las viviendas que están en manos de las entidades bancarias y entidades públicas para ponerlas en alquiler social a las familias que están sin un techo habitacional digno.
Todas las ayudas que el gobierno está dando desde los 200 euros, el IMV, la renta de inserción extremeña además de suponer unos trámites burocráticos que dificultan enormemente el acceso a las mismas, son cantidades muy insuficientes con los que es imposible vivir.
Todos estos auxilios y socorros son medidas que juegan un papel mediático que pretenden dar la impresión de que tenemos un gobierno favorable al pueblo, pero la cruda realidad es que son migajas que ponen de manifiesto el continuo empobrecimiento de la gente, y con las que quieren asegurar que el pueblo no se rebela contra la democracia burguesa y se aguanta sin dar problemas al circense y teatral entramado político que nos gobierna.
Con la basura propagandística e ideológica a la que nos someten desde las televisiones privadas y públicas nos engañan y ocultan las grandes cantidades que el Estado Español está concediendo en la forma de ayudas para la modernización productiva y tecnológica, exenciones fiscales y subvenciones a las grandes multinacionales, entidades bancarias y latifundistas. Por cierto, estos fondos dinerarios proceden en su inmensa mayoría de las rentas del trabajo, del IRPF que pagamos los trabajadores.
El gobierno de VARA es un juguete directo en manos de quienes saquean el trabajo y los recursos naturales de nuestra comunidad. Las declaraciones que realiza son serviles respecto a aquellos e incapaces de proponer políticas que tengan por objeto la satisfacción de las necesidades del pueblo trabajador extremeño, no se observa en ellas un atisbo de programas destinados a la creación de riqueza y empleo.
El gobierno de VARA no sabe lo que hacer para convencernos de que las multinacionales extractivas penetren en nuestro territorio, cuando salta a la vista lo más necesario, la realidad más inminente, lo imprescindible de una reforma agraria que incremente la producción agrícola y ganadera de nuestros extensos territorios y consiga la soberanía productiva de nuestros agricultores y ganaderos.
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