jueves, 19 de noviembre de 2020

Lucha por la memoria laica y democrática

 

En estos días se cumple el 45 aniversario de la proclamación por las Cortes franquistas de Juan Carlos de Borbón como rey. Aniversario que el Emérito va a celebrar con el botín cosechado desde su lujoso refugio de los Emiratos, y que sus descendientes lo harán desde el uso y disfrute de la jefatura del Estado, protegidos todos ellos por una supuesta democracia que desahucia todos los días a cientos de familias de sus casas, que llena las calles de colas de parados y de familias atenazadas por el hambre.

La Memoria histórica y democrática no es un asunto del pasado, aunque quienes legislan sobre estos asuntos de tanta importancia traten, de una u otra forma, de limitar su alcance político e institucional.

Ellos parten de la defensa incondicional del régimen que ayudaron a construir a la muerte del dictador, como si se tratase de un terreno conquistado al que no están dispuestos a ceder, por mucho que tengan en contra el derecho internacional y a buena parte de la población.

De forma que desde el Gobierno y desde las mismas Cortes tuercen y retuercen los términos para tratar, sea como sea, de mantener la impunidad de los crímenes del franquismo; en tanto que la impunidad se ha constituido en la base de sustentación del régimen constitucional del 78. La ilegalización del franquismo y del “atado y bien atado” franquista, establecido mediante un régimen corrupto, vitalicio y hereditario, es la asignatura pendiente de la lucha por la democracia y de la laicidad contra los privilegios de la Iglesia.

Todo el entramado de la impunidad ha sufrido un gran deterioro, que obliga a leyes y a decisiones políticas cada vez más confusas e inconcretas para tratar de salir del atolladero. Entendemos que el muro de la impunidad se ha comenzado a romper con la sentencia sobre el Pazo de Meirás y, pese a leyes como la que ahora presenta el gobierno como una ley democrática, no es sino un nueva ley de impunidad. 

La crisis del régimen lleva meses y meses abierta de par en par, desde la cúspide, aunque los votos del PSOE, del PP y de Vox traten de bloquear en las Cortes todo intento de arrojar luz sobre los asuntos de abuso de poder, de grandes cuentas secretas y escándalos internacionales…

 La sentencia de la juez de Coruña sobre la “simulación” de los Franco con el Pazo de Meirás -y puede que con muchos bienes más del botín de guerra- deberá ser puesta sobre el tapete político y judicial a la hora de investigar, juzgar y sentenciar todos y cada uno de los casos de corrupción de Estado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario