martes, 30 de junio de 2020

La reconstrucción económica o los derechos patronales inviolables






Carlos Martínez

La reunión de la CEOE de la que tanto se ha informado ha sido en realidad una manifestación de la gran patronal condicionando la llamada “reconstrucción” es decir la salida a la crisis capitalista que el coronavirus ha agravado.

La CEOE que ha llevado al monarca a la clausura de sus jornadas sobre la situación ha lanzado unos pocos, pero muy claros mensajes: -De reforma fiscal progresiva e impuestos a las grandes fortunas, nada. La consigna es la rebaja de impuestos a las empresas, es decir los “empleadores” de lo que se deduce que cualquier carga fiscal para sus empleados, pues ellos –los “empleadores”- son los que mueven el reino de España y por tanto nos hacen un gran favor al resto. Para lo cual con el rey a la cabeza llaman a la unidad, es decir a su unidad. Eso sí financiado con dinero público todo.

-De suprimir y/o reformar la “reforma laboral” ni hablar, necesitan tener la sartén por el mango para despedir, impedir la negociación sindical y seguir abusando del precariado y los y las falsas autónomas. La reforma laboral debe seguir tal cual y para ello cualquier extorsión al gobierno será buena para lo cual todos los medios de comunicación empresariales la defienden.

-En tercer lugar y a hora de planificar la recuperación económica la patronal al igual que muchas comunidades autónomas y parece que Pedro Sánchez siguen apostando por un caballo muy enfermo, el turismo de masas. Su inteligencia no da para más ¿O es que la patronal española es rentista y especulativa y en su caso tan solo turismo y ladrillo son su base principal de ganancia? Parece que salvo honrosas excepciones sí.

De revertir las deslocalizaciones industriales nada. De reindustrializarse nada. Ahora lo importante es reabrir chiringuitos playeros y traer turistas de una rebrotada Alemania o nunca curada Inglaterra de Covid-19 o abrir las fronteras a unos EE.UU infectados hasta las cejas y con una fase exponencial de expansión del coronavirus. Trágico.

Me pregunto los de INDITEX ¿van a volver a fabricar algo en España? España necesita en primer lugar ser consciente de que hay una crisis capitalista mundial muy severa, mucho. Que la realidad va a ser paro, más pobreza y hay mucha en el reino de España y puede haber más hambre de la que ya hay. Por tanto, vamos a necesitar servicios, mucho mejores servicios, educación pública de calidad, pero pública no concertada u otras mentiras. Una sanidad mucho mejor y más dotada y crear empleo público, mucho más empleo público que sí que paga cotizaciones sociales y un real reparto de la riqueza mediante medidas fiscales, pero también nacionalizaciones, porque solo enviar “ayudas “públicas a los grandes empresarios, pero luego no controlar sus pasos es de estúpidos.

La renta básica o rentas vitales dignas -1200€- serán imprescindibles, así como incrementar la inversión sanitaria, educativa e investigadora y si las grandes patronales ni cotizan casi nada, ni pagan impuestos, ni innovan, investigan o reindustrializan, pero si reciben grandes subvenciones, entonces ¿Cuál es su modelo de “reconstrucción”?

Además de la agricultura y la distribución de alimentos al margen de las grandes cadenas internacionales ¿Qué? Del apoyo al pequeño comercio y de la creación de servicios propios de comercialización, distribución y de agroindustria, textiles o la recreación de una industria metalúrgica y de automoción o de producción siderúrgica, muebles… ¿Qué?

El modelo CEOE es el que parece se va a imponer. Veamos hechos, la gran presión por que Ciudadanos y el PP negocien con el Gobierno –léase la cúpula PSOE, de hecho ya funciona una pinza de personajes no electos de ambos partidos influyendo- en la que grandes medios “informativos”, todos los personajes del régimen y ahora la corona, -si la desprestigiada corona- insisten, por qué no tiene otro objetivo que salvaguardar los intereses de la gran patronal, los bancos y el poderoso lobby turístico.

¿Y los sindicatos donde están? Por lo pronto con menos fuelle que vergüenza. Veamos, a CCOO y UGT solo los hemos visto aliarse con la CEOE en el tema de los ERTE sobre los que por cierto habría que establecer mucho más control. Pero es que además CCOO y UGT democráticamente no tienen la representación ni exclusiva, ni total, ni siquiera la confianza generalizada de la clase trabajadora.

Por tanto, ante una situación tan dura como la que la clase obrera va a vivir lo primero es exigirles algo de humildad y llamar a la unidad de la clase. La unidad de trabajadoras y trabajadores es imprescindible para hacer frente a la extorsión y chantaje de la gran patronal incluida la agraria puesto que ASAJA está explotando duramente a las y los jornaleros agrarios con un regreso a los “Santos inocentes” aunque ahora estos sean en su mayoría latinos o africanos.

 La unidad de la clase trabajadora no pasa por una mesa de dialogo opaca y en la que dos sindicatos se abrogan la representación de toda la clase obrera puesto que aun reconociendo que son mayoritarios, no tienen ni por casualidad la fuerza para defender todas las clases populares y esto se ve cuando las bases sindicales y obreras en las luchas que ya están habiendo en Nissan, ALCOA u otros sectores y empresas van unidos y de la mano. Hemos de unir fuerzas.

Dicho esto, repudio cualquier forma de sectarismo tanto antisindical como excluyente de todas las fuerzas sindicales democráticas, de clase o movimientos de carácter laboral. Aquí no hay unos y otros. Por ahora y por culpa de falta de movilización excepto algunas excepciones muy encomiables, la CEOE impone su doctrina y eso tampoco es democrático. Consentirlo si es traición. La unidad imprescindible es la de las clases trabajadoras.
Carlos Martinez, es secretario general

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