Mayo
2020
Los presupuestos municipales deben hacer frente a las
consecuencias que la caída de la economía ha producido en la vida municipal: el
derrumbe de muchas empresas y trabajadores autónomos, y el dramático aumento de
la pobreza en los sectores sociales más humildes.
La precariedad y la pobreza comienza a ocupar un espacio cada
vez mayor en la vida de muchas familias que requieren de una participación
intensa y activa de las administraciones públicas más allá de financiar lo
repartos de alimentos que se realizan por medio de las instituciones
caritativas.
Entendemos que las circunstancias económicas y sociales
acentuadas especialmente por la crisis sanitaria, obligan a la intervención urgente
de las Instituciones Estatales y Regionales, pero también requieren de la
colaboración de los Poderes Locales, en la medida de sus posibilidades presupuestarias,
puesto que teóricamente nadie conoce como los Ayuntamientos las necesidades de
sus habitantes.
Desde nuestro punto de vista, en esta situación excepcional, como
mejor se ayuda al conjunto de la economía local es incrementando el consumo
social. Es decir, hay que potencial el empleo del mayor número de trabajadores
y trabajadoras. Hay que incrementar, especialmente para este fin, las
cantidades presupuestarias para que nadie quede sin trabajo y sin ingresos.
De este modo, al favorecer el empleo de las personas en paro
se favorecerá a todo el conjunto de pequeños negocios que es a donde recurren
las familias para adquirir y satisfacer sus necesidades básicas: la hostelería,
bares, restaurante, peluquerías, tiendas comerciales de todo tipo, trabajadores
autónomos, y en general, las pequeñas empresas.
Por lo tanto, entendemos que buena parte del presupuesto municipal
que se destine a la reactivación de la economía local debe ir dirigida a la
contratación de trabajadores y trabajadoras que están en paro o cobran
cantidades mínimas procedentes de subsidios o ayudas sociales, dando
preferencia absoluta a quienes están sin ingresos de ningún tipo.
El personal laboral necesario para las diferentes tareas y
desempeños se contrataría través del SEXPE teniendo en cuenta las preferencias
antes citadas.
En cuanto al destino de los fondos propios, proponemos
continuar e intensificar la contratación en algunas de las actividades que se
están realizando, y otras que se iniciarán:
1.- Realización
de pequeñas obras de mantenimiento en centros educativos, pinturas,
carpintería, electricidad, etc.
2.- Construcción
de nichos y reparaciones varias en el Cementerio.
3.- Ampliación
de acerados como ya se hace en algunas calles
4.- Adecuación
de Parques y Jardines, limpiezas de calles.
5.- Contratación
del personal para atención y realización de servicios sociales: trabajadoras
sociales, personal para la atención a mayores, ayuda domicilio y dependientes.
6.- Contratación de personal para facilitar
la conciliación de la vida laboral y familiar, así como la promoción de
actividades culturales, etc.
También, consideramos que desde el Ayuntamiento hay que
exigir a la Junta de Extremadura obras y actuaciones unas abandonadas a su
suerte y otras prometidas, que no debemos consentir que vayan al cajón de los
recuerdos y que pueden generar un número importante de empleos en la localidad.
Por citar algunos ejemplos relativos a Villafranca de los Barros: la finalización de las 31 viviendas que tanta falta
hacen al pueblo, y que poco a poco sufrirán un deterioro importante. Tampoco,
nos podemos olvidar de la construcción del NUEVO Instituto tantas veces
prometido. Así como otras cuestiones que poco a poco iremos recordando.
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