Ante la movilización golpista de las derechas
La derecha española toma la vía venezolana de oposición y comienza declarando a Sánchez como traidor e ilegitimo y convoca una manifestación para echar al tirano de la Moncloa. Otra parte de la derecha, la incrustada en el aparato del PSOE le sigue el juego, con más miedo que vergüenza y dañando a su partido, que es lo que sus contactos con el poder financiero les indican. Ese es pues el conglomerado derechista, que integra el nacionalismo españolista, que no español, pues no es lo mismo. Ahora Sánchez puede pagar en sus carnes su apoyo a Guaidó.
El Gobierno surgido de la mayoría de la moción de censura se tambalea por las constantes dudas de Pedro Sánchez y su constante amagar y no dar. Sánchez solo puede fortalecerse si fortalece la mayoría de la moción de censura y no puede actuar como si tuviera la mayoría parlamentaria, que es lo que hace. Los sectores independentistas catalanes debieran también darse cuenta de que para conseguir sus aspiraciones o parte de ellas, necesitan de la solidaridad y apoyo de la clase trabajadora de todo el estado español y de que esta simpatice con el derecho a decidir de los pueblos. Pero eso exige pedagogía y demostrar estar de acuerdo en desmontar la obra antisocial de Rajoy y del PP en su conjunto y no ir a su bola.
Sánchez también debe entender que el juicio contra políticos catalanes por delitos muy graves en España, pero que no lo son en el resto de Europa va a socavar el prestigio del Reino de España y demostrar la nula calidad de nuestra democracia liberal. Este juicio será letal y desprestigiará la democracia del reino, ya muy tocada ante las opiniones públicas, no solo europeas. Lo hemos advertido más de una vez. La judicatura española es profundamente reaccionaria y esto se palpa no solo en este asunto, sino también en su actitud con respecto a las mujeres violentadas o a los corruptos del PP. Lo cierto es que la judicatura y la derecha hacen una interpretación cada vez más restrictiva y solo represiva de la Constitución.
La derecha española es franquista, Vox no le hace falta. Todos son lo mismo. Esta derecha que no es democrática, tendrá que decir que desea hacer claramente con Cataluña y seguramente su opción oculta es una intervención militar y una represión masiva, pues si diez mil policías y guardias civiles enviados para evitar un referéndum no negociado, fueron incapaces de controlar las urnas del 1 de Octubre, de forma que a medio día el Gobierno Rajoy debió retirar el dispositivo después de haber fracasado estrepitosamente y solo haber conseguido dar unos cuantos porrazos y cerrar un escaso puñado de colegios electorales. Un 155 más duro, tan solo puede ser suspender las garantías democráticas y enviar a las brigadas legionaria y paracaidista.
Fracasó del 155 pues tras las elecciones catalanas convocadas como colofón del mismo, el resultado siguió siendo el anterior a efectos prácticos. Es por ello que debemos saber que la derecha solo nos conduce a la guerra y a la violencia.
Pedro Sánchez le debe lealtad al pueblo trabajador que luchó contra Rajoy sus recortes y agresiones laborales y sociales. La mayoría de la moción de censura la articularon las luchas de las mujeres, los pensionistas y las resistencias de las y los precarios y nuevos sectores de la nueva clase obrera incorporados a las luchas.
La capacidad de movilización del PSOE sin las personas con conciencia y dignidad de todas las izquierdas y los movimientos sociales y sindicales es nula. Por tanto, ante la derecha movilización, pero exigimos que también se produzca el fin de la frustración a la que los gobiernos de la Corona nos conducen.
Las derechas nunca perdonarán ningún avance social por pequeño que sea y la gran patronal con su apoyo, tan solo desea libertad total para explotar todavía más a sus trabajadores y no pagar impuestos. El poder de las familias franquistas sigue presente y ellas son las que mandan en política y dominan el reino.
Por tanto apoyando el gobierno surgido de la mayoría de la moción de censura le exigimos hechos ya.
Llamamos a la clase trabajadora a no secundar los movimientos de la derecha. Creo que la clase obrera y sus sectores oprimidos, precarizados, empobrecidos y víctimas de una violencia machista, patriarcal y conservadora, necesitan una organización socialista propia y libre a su vez de ataduras con la banca y que no sustente a la Corona. Un partido socialista propio y que apoye la libertad, la igualdad y la libre federación de los pueblos. Que exija profundos cambios en la UE y/o seguramente otra configuración muy diferente y democrática de cualquier tipo de Unión Europea, pues esta perjudica a la clase obrera, la agricultura, la industria y el bienestar, haciendo además crecer a las extremas derechas.
Carlos Martinez secretario general del PSLF
