Hay dirigentes políticos que por
el nerviosismo y ante los dudosos resultados que pueden obtener en estas
elecciones se homenajean, se atribuyen y proclaman, “creadores de la realidad”.
Nadie se puede comparar, no hay parangón, con el atributo hacedor de bienes
humanos con los que la política les ilumina.
Todo lo que está ahí en el
paisaje industrial y urbano es el resultado de su buen quehacer, su compromiso y,
su inteligencia; las fábricas, los empresarios, el empleo, los servicios públicos
y hasta los días soleados deben rendirle pleitesía. Para ser coherentes con su narcisismo santurrón,
adornan sus palabras con un hipócrita encantamiento hipnotizador.
En las elecciones y ahora en la “semana
santa”, tendremos la oportunidad de verlos actuar protagonizando una comedia que
ni el propio Buñuel se perdería de grabar.
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