No hay presupuestos. Esta situación adelanta las elecciones
de forma más o menos rápida.
Es cierto que los presupuestos aún dentro de los
parámetros troika y supervisados por la UE y sometidos al techo de gasto que
esta impone, eran mejores que los de Rajoy, pero también eran manifiestamente
mejorables. Sin lugar a dudas un pequeño avance truncado por la bancada
independentista catalana. Pero no ha sido solo su culpa, los principales
culpables son las derechas y la actitud dubitativa de Pedro Sánchez, por ser
discretos.
La derecha ha presionado al Gobierno Sánchez y obligandole a
romper la mesa negociadora imponiendo su agenda y por tanto cortando toda
posibilidad de acuerdo. Las derechas le han doblado el pulso a Pedro Sánchez
con el apoyo de la poderosa ala derecha del PSOE. Pedro Sánchez no ha querido o
sabido ser el presidente del gobierno de la "moción de censura",
actuando como si tuviera más de 130 escaños y no ha respondido a las ilusiones
depositadas en su gobierno por parte de una mayoría social.
Además, Sánchez para
legitimarse en las calles, necesitaba derogar la reforma laboral, la ley
mordaza, frenar la pobreza, acabar con el terrorismo machista, contener y
controlar alquileres, controlar los precios abusivos de la electricidad y todo
esto sigue pendiente. La única posibilidad del gobierno Sánchez era y es
articular una mayoría que responda a quienes le votaron democráticamente en el
parlamento, a todos.
Pero si nos lleva a unas nuevas elecciones y vence
la derecha, las clases populares y la clase obrera volverán a sufrir todavía
más las crueldades que sobre ellas imponen impunemente las multinacionales y el
neoliberalismo.
Exigimos reflexión serena a Pedro Sánchez y que no se
precipite y de una vez tenga el valor de enfrentarse a las derechas y romper
con el trumpismo. Estar con las y los humildes.
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