Villafranca
de los Barros pierde población año tras año, lentamente, pero no se le pone freno
a ese decrecimiento poblacional. El 1 de enero de 2015 la población era de
13.289 habitantes que se ha reducido hasta 13.114 (6.480 varones y 6.634
mujeres) según datos estadísticos al 1 de enero de 2017, es decir, en dos años
hemos perdido 175 habitantes, el 1,3 % de la población.
Nuestra
localidad, al igual que la inmensa mayoría de las diferentes localidades de
Extremadura, sigue los ritmos que marca el sistema capitalista, reserva de mano
de obra, atraso y emigración. La juventud se va en vista de que aquí no tiene
posibilidades de configurar un futuro alentador.
Resulta
muy curioso que se hace demagogia con los inmigrantes que vienen de fuera pero
no tenemos en cuenta porqué se van muchos jóvenes de nuestros pueblos.
En cuanto a los
datos relativos al paro en el año 2018 respecto a los que había en
el 2016 han mejorado ligeramente, si bien en términos de más precariedad y más contratos temporales. En la actualidad, hay unas 1305 personas en desempleo, representando el
22 % de la población activa, mientras que en el año 2016 el número de personas
desempleadas era de 1584, un 26,4 % de la población activa. No obstante, la
población activa ha disminuido en unas 80 personas.
Lo que está claro es que las
Administraciones Públicas no tienen por objetivo impulsar el desarrollo
económico de nuestros pueblos, actúan para evitar que la situación no empeore
más de lo previsto. No hay acciones revulsivas destinadas a combatir la
emigración y subdesarrollo. Lo que se hace tiene más de actividad publicitaria
y electoralista que de efectiva en el bienestar de la población.
La
Diputación, la Junta de Extremadura y el Gobierno Central con sus aportaciones
económicas quieren evitar nuestro hundimiento acelerado y definitivo. Ni
estimulan el progreso, ni tienen interés en ser la fuerza motriz que impulse el
desarrollo económico y social, se puede decir que trabajan para asegurar la
estabilidad social y unas condiciones de conformismo y de pasividad. En el transcurso
de los años, los objetivos institucionales se han modificado muy poco, seguimos
siendo un buen caladero de mano de obra y proporcionamos algunas materias
primas interesantes para la economía del país.
Desde
la ODP consideramos que ciertos planes y programas con los que las
Instituciones Públicas se enfrentan al desempleo y a la formación laboral deben
orientarse hacia actividades productivas que fomenten la economía social y el
cooperativismo. Las tareas que se ejecutan proporcionan poca creación de
riqueza y no generan empleo. Estos programas llegan a muy pocos desempleados,
durante poco tiempo y proporcionan bajos salarios. Tampoco impulsan la
actividad económica de los pequeños y medianos empresarios, muy importante para
la economía en estas localidades.
En
el ejercicio de 2018, la Junta de Extremadura participa en nuestro presupuesto con
1.- Con el Plan de Empleo de Experiencia con una dotación de 404.000 euros, 2.-
el Plan Social de Empleo que aporta unos 227.000 euros, 3.- Las Escuelas
Profesionales, con casi 500.000 euros que se dedican a la formación laboral de
personas al tiempo que le proporcionan unos mínimos ingresos para su existencia
vital y poco más.
La
Diputación Provincial también contribuye a la supervivencia económico-social de
nuestros pueblos con cantidades que superan los 600.000 euros para obras y
otras actividades. Durante el ejercicio 2019 llegará dinero procedente de la
Diputación, en ciertas fechas esta Institución no se olvida de los suyos. En el
año 2014, con 2015 un año electoral, nuestro Municipio recibió una aportación
extraordinaria de más de 1.000.000 de euros para pavimentación de calles,
mantenimiento y creación de empleo, y la financiación de servicios municipales.
Cuando llegan estas fechas, en las Administraciones Públicas se activan los
mecanismos electorales para intentar asegurar la permanencia en el poder.
Los
fondos AEPSA, son programas procedentes del Gobierno Central destinados a la
realización de inversiones en el mundo rural y para la contratación de
trabajadores desempleados, conviene recordar que estos fondos se consiguieron
después de duras luchas de los jornaleros andaluces y extremeños. Los fondos
AEPSA que se vienen concediendo anualmente a nuestro municipio son de unos 192.000
euros. Es injusto e ilegal que el gobierno local de Villafranca de los Barros, obligue
a los obreros agrícolas a que posean la tarjeta profesional de la construcción
para poder acceder a los planes AEPSA.
Para
la ODP, han sido estériles las inversiones realizadas en esta legislatura con
el dinero procedente de los Programas de Empleo Estable.
En
el año 2015 se aprobó un proyecto de 189.384,75 euros para “Ejecución de nave
para futuras exposiciones 1ª Fase”, no conocemos de la utilidad de esta nave.
En
el año 2016, el programa tuvo una aportación estatal de 259.025 euros y su
destino era para “Ejecución de nave para establo y picadero exterior”. A esta
obra se le conoce poco provecho y sospechamos que respondió al deseo de algún
particular “arrimado” al poder.
En
el 2017, se aprobó la “Construcción de Kiosco-cafetería en Parque de Iván de
Castro” con un presupuesto de 147.048,33 euros. Estas cantidades fueron
ampliadas en los presupuestos de 2018 con 50.000 euros para la “adecuación y
accesos” del Parque y con otros 90.000 euros para la cafetería, lo que implica
que el presupuesto global va a superar ampliamente los 300.000 euros. El coste
definitivo del Parque y Kiosco es una incógnita.