Desde la ORGANIZACIÓN DEFENSA DE
LO PÚBLICO-ALTERNATIVA SOCIALISTA de EXTREMADURA queremos insistir en algunas reivindicaciones de la población trabajadora del sector agrario:
1.- El gobierno de España debe
poner fin al dual sistema de protección al desempleo para trabajadores y
trabajadoras del sector agrario; la
renta y el subsidio agrario deben unificarse.
2.- El gobierno de España debe eliminar la obligación que tienen los/as
trabajadores/as agrícolas de las 35 peonadas para el cobro del subsidio o de la
renta agraria. Para buena parte de la población obrera es difícil conseguir
esas peonadas. En muchos casos tienen que comprarlas a los empresarios
agrícolas; se han convertido en un elemento de sometimiento caciquil. En algunos
casos, no tienen los suficientes días trabajados, o los empresarios agrícolas
no les han dado de alta en la seguridad
social y no les han firmado las peonadas. En nuestra Comunidad hay indicios de un
verdadero mercadeo en este asunto; el precio suele llegar a los 15 euros por la
firma de la peonada. Esto ocurre con hombres y sobre todo con mujeres que
encuentran más dificultades para ser contratadas. Los planes AEPSA de los
Municipios permiten la consecución de sólo algunas peonadas, no son suficientes.
3.- El desempleo en las zonas
agrícolas de Extremadura no es un problema de búsqueda de empleo; los
trabajadores quieren trabajar, no quieren vivir subvencionados, ni depender
seis meses de los 426 euros. El problema es que en el campo, las contrataciones
son cada vez más escasas; el trabajo es muy precario y temporal. Así por
ejemplo, en Tierra de Barros, el empleo aumenta en los períodos de la vendimia
y la aceituna, el resto del año es complicado encontrar trabajo para un obrero
agrícola. No obstante, en estas cosechas se impone la modalidad del trabajo a
destajo. En muchos casos, las aceitunas se recojan en esportones a 3 euros cada
uno de ellos, si la cosecha es abundante se pueden obtener 30 o 40 euros a base
de mucho sacrificio, cuando la cosecha es mala, conseguir un salario de 30 o 40
euros implica dejarte parte de la piel en el campo.
4.- La población asalariada de nuestra
comarca tiene plena conciencia de que el convenio agrícola firmado es el resultado
de la correlación de fuerzas, es el resultado de la lucha de clases, y en estos
momentos son las organizaciones empresariales agrarias más conservadoras las
que imponen sus criterios. En definitiva, la situación laboral es un reflejo de
la poca capacidad de movilización que actualmente tiene la fuerza de trabajo
agrícola. La inversión de este estado de cosas no es sencilla, nuestros
políticos están muy entretenidos con sus cosas en las instituciones; en la
calle tenemos que trabajar por la unidad de acción sindical y por una estrecha colaboración
con los diferentes movimientos sociales de Extremadura.
5.- La inclusión de los
trabajadores agrícolas en el Régimen General de la Seguridad Social puede
ocasionar dificultades muy serias a los trabajadores eventuales. Antes de dar
ese paso, hay que generar amplias posibilidades de empleo, puesto que con los actuales
niveles tendrían serios problemas para vivir dignamente y por supuesto, cotizar
a la seguridad social, ya que al estar en el Régimen General dependería de los
días trabajados. Actualmente, aún en desempleo pagan de su bolsillo una
cantidad fija mensual lo que les permite, cobrar el desempleo durante seis
meses y una pensión de jubilación.
Los empresarios agrícolas tal y
como funciona el sistema “disponen de una voluntariedad y enorme flexibilidad”
para cotizar por los trabajadores eventuales. De aquí que sea una prioridad
modificar en estos casos el procedimiento de cotización a la seguridad social, e
intensificar la vigilancia de las inspecciones de trabajo, puesto que en la actualidad
hay un agujero por el que se escapan importantes cantidades de dinero a la
seguridad Social.
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