EN DEFENSA DE LA ESCUELA PÚBLICA Y
LAICA
Desde la
ORGANIZACIÓN EN DEFENSA DE LO PÚBLICO (ODP) nos identificamos con las
Plataformas que durante estas semanas han realizado movilizaciones en
diferentes puntos del país en defensa de
una Escuela Pública y Laica. En sus movilizaciones han expresado algunos
principios y peculiaridades que considerados como fundamentos de una enseñanza
laica y en igualdad para todos.
Así, la
defensa de este modelo escolar nos obliga a expresar de modo contundente el
rechazo unánime a la Ley Wert y a los procesos de elitización de la
Universidad, que en varias ocasiones se han puesto manifiesto con dos huelgas
generales y una larga campaña de manifestaciones.
Ante la convocatoria de
nuevas elecciones, las
organizaciones que defendemos un modelo de Escuela Pública, Laica y Gratuita, exigimos
a los partidos políticos que se presentan a ellas, la paralización de dichas
leyes, decretos y de los recortes educativos impuestos, para, después, avanzar
hacia un gasto del 7% del PIB, que debe ser blindado institucionalmente frente
a ataques a la calidad de la enseñanza como el sufrido en los últimos años.
Los recortes
han contribuido al desprestigio de lo público, buscando su deterioro
para justificar las políticas del gobierno del Partido Popular, además de que
han afectado a la equidad del sistema, al mermar la capacidad de los centros
para atender a la diversidad de su alumnado y establecer mayores barreras para
el acceso a la enseñanza superior.
En la situación actual, hay que proceder a la derogación de la LOMCE, comenzando por
una paralización de su aplicación, así como de las pruebas externas previstas
para 3º y 6º de Educación Primaria. Una financiación adecuada,
alcanzando el 7 por ciento del PIB, mayor contratación de profesores, y rebaja
de las ratios de alumnos por clases puesto que no es de recibo que en Infantil
se cuente con aulas con 25 niños.
DEFENDEMOS una evaluación continua e individualizada
frente a unos exámenes que siguen
a la perfección la ideología de las
reválidas franquistas de la Ley General de Educación y anteriores. El
profesor es el que mejor conoce a sus alumnos, puede evaluar cuáles son sus
fortalezas y debilidades, el ritmo al que adquiere conocimientos, cuáles son
sus necesidades educativas y, en función de ello, tomar decisiones. Sin
embargo, las pruebas de las
revalidas son una evaluación externa que no tiene en cuenta las
particularidades del alumnado. La educación no puede ser una carrera de obstáculos.
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