Durante estos días hemos exigido
a las administraciones públicas comedores escolares en los meses de verano,
hasta el comienzo de las clases en septiembre. Con ellos hemos
pretendido que se atendiera a los niños que pertenecen a familias con problemas
económicos y que con más intensidad están sufriendo los efectos de la crisis. Esta
medida excepcional para el verano, se debería haber ejecutado por la
administración regional en todas las localidades en donde hubiera personas de esta edad que estuvieran en estas
circunstancias.
Después de las respuestas
que hemos obtenido por los representantes de las Administraciones Públicas no
nos queda más remedio que decir que estamos decepcionados con la poca
sensibilidad que aquellas autoridades han tenido a la demanda que de manera
insistente hemos realizado.