La actual Ley Orgánica de Educación (LOE) tiene fuertes rasgos confesionales, porque:
1-Mantiene la religión dentro del horario lectivo;
2-Considera
como personal laboral (con mayor rango que los interinos) a las personas
que, designadas por los obispados u otras confesiones, imparten
religión y hacen proselitismo y propaganda de su moral religiosa en los
centros escolares;
3-Considera
como “Servicio Público” a la “enseñanza privada dogmática católica”
financiándola -al cien por cien- con fondos públicos y
4-Permite la simbología católica en centros de Enseñanza.