El próximo 13 de Octubre se beatificarán, en Tarragona, "522 martires" que según la Conferencia Episcopal "fueron asesinados durante la persecución religiosa de los años 30", ante este hecho EUROPA LAICA declara lo siguiente:
1-Denunciamos que dicho acto sea calificado como “de humanidad y
reconciliación”, mientras que cada vez que se plantea restituir la
memoria de las decenas de miles de personas, algunos de ellos cristianos
y religiosos, de lo que se denomina como “bando republicano”, la
jerarquía católica y la derecha reaccionaria bramen, porque se
supuestamente se “reabren” las heridas de la Guerra civil. En contra de
la opinión de millones de personas y de organismos internacionales, como
la ONU, que viene exigiendo que se persigan los crímenes franquistas
2- Negamos la veracidad histórica respecto a que las personas a
canonizar murieran “durante la persecución religiosa de los años
treinta”. Por el contrario, la mayoría de los 6.800 eclesiásticos
asesinados, así como la inmensa mayoría de los muertos o asesinados
republicanos, lo fueron a raíz del golpe militar y la subsiguiente
guerra y no durante la II República, como de forma vergonzante pregona
la iglesia católica oficial.
3- La jerarquía católica oficial fue inductora del “golpe de Estado
fascista”, desde el mismo día de la proclamación de la II República,
incluso antes, si nos atenemos a las homilías y soflamas que se lanzaban
desde los púlpitos, ya que no querían perder los enormes privilegios de
los que disfrutaban como “religión de Estado” y no porque fuera
perseguida y no tuviera más remedio, como demuestran las cartas del
cardenal primado Isidro Gomá, al Vaticano.
4- A la mayoría de los obispos españoles de la época cabe el “honor”
de ser los artífices de convertir la sangrienta contienda en “Cruzada”, a
partir de su Carta Colectiva de 1937, intentando convencer al mundo de
que la causa de los golpistas era la de la “civilización cristiana” e,
incluso, oponiéndose a una “solución pactada” e insistiendo en una
rendición incondicional y humillante.
5- La jerarquía católica, con estas beatificaciones, sigue
identificándose con los golpistas sediciosos que acabaron por la fuerza
con la legalidad republicana. Nos produce indignación el alborozo
episcopal por haber sido “agraciados con un gran número de estos
testigos privilegiados”, refiriéndose a los eclesiásticos asesinados.
6- Este país está gobernado por unos políticos, que a pesar del
tiempo transcurrido, sigue sin reconocer que el golpe militar de 1936,
que devino en guerra, originó una sangrienta y terrorista dictadura que
practicó una auténtica “limpieza” étnica e ideológica e implantó, con el
apoyo eclesiástico, una dictadura fascista y nacional-católica que
adoctrinó las conciencias y eliminó las libertades, durante cuatro
décadas.
7-Denunciamos que representantes de los poderes públicos vuelvan a
estar presentes en estos actos confesionales, agraviando de forma
intolerable, a millones de ciudadanos y ciudadanas de todo tipo de
creencias (religiosas o no). Con su presencia y la financiación pública
del acto, contaminan el Estado democrático y de Derecho, deslegitiman la
democracia, dando así un paso más en la desafección hacia nuestras
instituciones públicas.
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