La muerte de una señora a
causa de la violencia machista ha conmocionado nuestra localidad en estos días
calurosos de primeros de Agosto. El suceso ha provocado entre sus vecinos
rabia, indignación y dolor, como se ha puesto de manifiesto en los masivos actos
en memoria de la fallecida.
En estos momentos, todos
sentimos la necesidad de condenar sin tapujos y del modo más enérgico la
violencia machista, y reclamar a la sociedad su rechazo más contundente; también,
es hora de reivindicar con fuerza políticas públicas eficaces que echen al cubo
de la basura esta lacra social. Porque es desde las instituciones públicas, desde
el ámbito político en el que hay que tomar decisiones y movilizar a la sociedad
en contra de la violencia de género en sus diferentes formas, violencia física,
violencia psicológica, la violencia salarial, violencia económica, violencia
sexual,..
En este orden de cosas, en
una breve y rápida observación podemos apreciar que las políticas aplicadas por
el PP desde que ganó las elecciones se basan en una fuerte reducción de las
partidas presupuestarias destinadas a combatir la prevención integral de la
violencia de género. Las organizaciones de mujeres han denunciado en multitud
de ocasiones que los presupuestos generales del Estado para 2013 reducen casi
en un 30 % la partida destinada a éste
particular. En el caso concreto de la Renta Activa de Inserción, que es con
diferencia el recurso de apoyo económico más utilizado por las mujeres víctimas
de violencia (25.512 en 2010), ha sufrido una reducción del 70%.
Ya en el año 2012 la
presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género del Consejo
General del Poder Judicial denunció las reducciones presupuestarias destinadas
a la combatir la violencia de género, a reducir las ayudas a la asistencia
social a las víctimas, el cierre de casas de acogidas y de oficinas de
asistencia a las víctimas, etc.
Los recortes
presupuestarios para el año 2013 van a liquidar prácticamente la red de apoyo
social, los centros de acogida, los dispositivos telemáticos, los servicios de
apoyo de las ONGs que trabajan con las mujeres víctimas de la violencia de
género, etc..
Pero donde el gobierno
del PP demuestra su total insensibilidad ante este problema es cuando reduce la
partida destinada a las campañas de concienciación social por considerarlas un
gasto no prioritario. El gobierno de Rajoy ignora que la sensibilización y la
prevención son aspectos fundamentales en la ayuda y el apoyo que necesitan las
víctimas. Lo mismo que ignora que con las tasas judiciales a las que deberán
hacer frente pocas mujeres se acercarán a los juzgados a denunciar a su
maltratador, a pedir el divorcio, a reclamar la custodia de sus hijos, etc..
Para finalizar, nada que
objetar a que el gobierno de Extremadura se presente como acusación particular
en este caso, pero estamos ya acostumbrados a la ineficacia del PP que hábilmente oculta con la retórica barata de los telediarios de Canal Extremadura, por eso sería mucho más
importante y más consolador para toda la
sociedad y en especial para las mujeres afectadas por estas situaciones que por
parte del gobierno de Extremadura hubiera un compromiso político y
económico mucho mayor en todas aquellas
actividades que vayan contra la violencia machista y por supuesto, que en su
estrategia política incluyera la reclamación al gobierno de España de una mayor dotación
económica en todas las partidas presupuestarias destinadas a la prevención
integral de la violencia de género.
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