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Abandonar la "política de recortes", atender las necesidades de la "clase popular" y denunciar los presupuestos autonómicos presentados por el Gobierno extremeño para el próximo año. Son tres de las principales reclamaciones que miles de personas (8.000 según los organizadores y 4.000 según la Delegación del Gobierno) realizaron ayer en Mérida durante la manifestación convocada por la Cumbre Social de Extremadura, a la que pertenecen 60 organizaciones y asociaciones.
A la cita acudieron destacados miembros del ámbito político regional, como el líder socialista Guillermo Fernández Vara; los dirigentes sindicales de CCOO y UGT en Extremadura, Julián Carretero y Francisco Capilla, respectivamente; los responsables de las principales organizaciones agrarias; y representantes de distintos colectivos sociales. Bajo gritos como: "Ni un paso atrás, contra los recortes, huelga general", "Extremadura camina para adelante y con Monago camina para atrás" y "Monago, bombero, apaga este fuego", los manifestantes reclamaron un cambio de política para hacer una Extremadura más social, según el manifiesto leído al término de la manifestación. "Aquí está la Extremadura que sufre, la Extremadura del paro, de los recortes en enseñanza, en sanidad, y la Extremadura que no encuentra desde la Presidencia del Gobierno una política adecuada para sacar a la región de la inacción en la que se encuentra", argumentó Carretero; mientras Capilla recalcó que "ha llegado el momento de decir basta ya y de decir que hay que hacer un giro en las políticas neoliberales que se están realizando en la región".
El secretario regional de CCOO insistió en que en la protesta estaban presentes parados, empleados públicos, pensionistas y demás personas que representan "la Extremadura de las clases populares", con el objetivo de decirle al presidente extremeño, José Antonio Monago, que "aquí se pueden y se debe hacer otras cosas". En este sentido, criticó los presupuestos autonómicos presentados por la Junta para el 2013, que son "malos de solemnidad", que "van a servir para traer más paro y tener peores servicios públicos"; y advirtió que, en el Parlamento regional, "quien haga que esos presupuestos no sirvan para la ciudadanía será tan cómplice como el presidente de la Junta en la formación de esos presupuestos". Además, recalcó la necesidad de contar con "políticos honestos, que miren por la clase popular".
Por su parte, Capilla considera "incomprensible" que Monago "de soporte a los recortes que marca Madrid" y denunció que "el diálogo social en Extremadura no sufre ningún tipo de efecto positivo", así como que el Ejecutivo autonómico "claramente mire para otro lado" en proyectos "importantes" para la comunidad como el de la Refinería Balboa. En su opinión, "el Gobierno de Monago en estos momentos está siendo un claro obstáculo para salir de esta situación que vivimos".
Ambos dirigentes sindicales aseguraron que lo de ayer es la antesala de lo que será la huelga general del 14 de noviembre para denunciar una situación "insostenible".
Abandonar la "política de recortes", atender las necesidades de la "clase popular" y denunciar los presupuestos autonómicos presentados por el Gobierno extremeño para el próximo año. Son tres de las principales reclamaciones que miles de personas (8.000 según los organizadores y 4.000 según la Delegación del Gobierno) realizaron ayer en Mérida durante la manifestación convocada por la Cumbre Social de Extremadura, a la que pertenecen 60 organizaciones y asociaciones.
A la cita acudieron destacados miembros del ámbito político regional, como el líder socialista Guillermo Fernández Vara; los dirigentes sindicales de CCOO y UGT en Extremadura, Julián Carretero y Francisco Capilla, respectivamente; los responsables de las principales organizaciones agrarias; y representantes de distintos colectivos sociales. Bajo gritos como: "Ni un paso atrás, contra los recortes, huelga general", "Extremadura camina para adelante y con Monago camina para atrás" y "Monago, bombero, apaga este fuego", los manifestantes reclamaron un cambio de política para hacer una Extremadura más social, según el manifiesto leído al término de la manifestación. "Aquí está la Extremadura que sufre, la Extremadura del paro, de los recortes en enseñanza, en sanidad, y la Extremadura que no encuentra desde la Presidencia del Gobierno una política adecuada para sacar a la región de la inacción en la que se encuentra", argumentó Carretero; mientras Capilla recalcó que "ha llegado el momento de decir basta ya y de decir que hay que hacer un giro en las políticas neoliberales que se están realizando en la región".
El secretario regional de CCOO insistió en que en la protesta estaban presentes parados, empleados públicos, pensionistas y demás personas que representan "la Extremadura de las clases populares", con el objetivo de decirle al presidente extremeño, José Antonio Monago, que "aquí se pueden y se debe hacer otras cosas". En este sentido, criticó los presupuestos autonómicos presentados por la Junta para el 2013, que son "malos de solemnidad", que "van a servir para traer más paro y tener peores servicios públicos"; y advirtió que, en el Parlamento regional, "quien haga que esos presupuestos no sirvan para la ciudadanía será tan cómplice como el presidente de la Junta en la formación de esos presupuestos". Además, recalcó la necesidad de contar con "políticos honestos, que miren por la clase popular".
Por su parte, Capilla considera "incomprensible" que Monago "de soporte a los recortes que marca Madrid" y denunció que "el diálogo social en Extremadura no sufre ningún tipo de efecto positivo", así como que el Ejecutivo autonómico "claramente mire para otro lado" en proyectos "importantes" para la comunidad como el de la Refinería Balboa. En su opinión, "el Gobierno de Monago en estos momentos está siendo un claro obstáculo para salir de esta situación que vivimos".
Ambos dirigentes sindicales aseguraron que lo de ayer es la antesala de lo que será la huelga general del 14 de noviembre para denunciar una situación "insostenible".
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