En la España de Franco, los nacionales eran los
buenos, y los rojos, los malos. Los nacionales -los que ganaron la
guerra y dieron el golpe de Estado el 18 de julio de 1936- se
consideraban patriotas y salvadores de España. Las libertades estaban
prohibidas. Todos los mandamases eran de derechas.
Unos eran
falangistas; otros, requetés; aquellos monárquicos; éstos democristianos
colaboracionistas; los demás, tecnócratas cercanos o socios del Opus
Dei y etcétera, etcétera. Pero democracia y pluralismo, cero.El obispo Cuadrado, presidente del Consejo del Reino
El nacionalcatolicismo, que es la unión del César y de Dios, circulaba ufano por las iglesias, los colegios y, desde luego, hacía y deshacía en el aparato del régimen. Algunos obispos eran procuradores en Cortes, nombrados a dedo por el dictador. Uno de ellos, Cantero Cuadrado, llegó a ser presidente del Consejo del Reino.
Formación del Espíritu Nacional
De hecho este prelado -tras la muerte de Franco y hasta la entronización de Juan Carlos I- fue el regente o jefe del Estado en funciones. Había también una asignatura, obligatoria en escuelas y numerosas aulas, que se llamaba Formación del Espíritu Nacional y que la impartía un profesor falangista.
“¡Habla en cristiano!
El nacionalismo español era asfixiante, reaccionario y muy agresivo. Las lenguas como el catalán, el gallego o el vasco estaban proscritas. “Habla en cristiano”, decía un guardia civil, un policía, un falangista o un militar, a quienes conversaban en catalán o en las otras lenguas no nacionales.
Heredores del Caudillo
El Partido Popular es el partido que fundaron los ministros y los altos cargos de la dictadura, todos ellos herederos directos del Caudillo. No soportan los populares, ni poco ni mucho, el nacionalismo catalán, el nacionalismo vasco y el gallego. Pero ellos se han apropiado nuevamente del nacionalismo español excluyente.
Nazis, nacionalistas y marxistas
García Margallo, en el Congreso de los Diputados, soltó el otro día otra carga explosiva contra evidentemente el nacionalismo catalán. El ministro de Exteriores y valido de Rajoy equiparó, en una de sus bravuconadas, a los nazis, a los nacionalistas y a los marxistas. Los nazis, por cierto, contribuyeron decisivamente a la victoria en la guerra civil del nacionalismo español.
Un ignorante o un patán
En cuanto a los marxistas, sólo un ignorante o un patán puede descalificarlos alegremente. Poco tienen que ver directamente con los nacionalismos. Primero lea, Sr. García Morgallo, un libro reciente, cuyo título es El Capital, una defensa del hombre y luego hable.
El cardenal de Munich
Está escrito por el cardenal de Munich, Reinhard Marx. Defiende las ideas básicas de Karlos Marx y subraya que “un capitalismo sin un cuadro ético es enemigo del género humano”. Esto, exactamente esto, es lo que la derecha española -cada vez más neoliberal- se pasa por sálvese la parte.
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