En
lo relativo a la Educación, el
gobierno tiene dos propósitos muy concretos y definidos. De una parte,
potenciar la enseñanza privada, avanzar hacia la privatización de la
enseñanza y por otro, reducir el gasto público del Estado. Todos los
recortes que se están haciendo no son coyunturales, tienen como fin
reducir a una mínima expresión la enseñanza pública. La derecha está
aprovechando la crisis para establecer una educación elitista, sólo para
aquellos que se lo puedan pagar, y una educación pública, sin muchas
exigencias económicas, para los sectores sociales más humildes.
El
poder no está dispuesto a destinar un presupuesto equiparable a los
países de la UE-15, de un nivel económico similar al nuestro, lo que
desea es gastar lo menos posible en la satisfacción de los derechos
básicos de los ciudadanos y destinar esos fondos a otros menesteres más
acordes con los intereses económicos de los sectores sociales
dominantes; por ejemplo, tapar los agujeros ocasionados en la Banca y en
las Cajas de Ahorro como resultado de la gestión inmobiliaria y
especulativa en la que han estado empeñados durante estos años. En
resumen, se
pretende que el dinero que destine el Estado a la educación sea el
menor posible. En estos momentos, el Estado necesita ese dinero para
tapar los agujeros de la banca y de las cajas de ahorro y para, la
reforma financiera, privatizando las cajas de ahorro.
En
esa guisa no debe sorprender que en dos años los presupuestos
destinados a la educación pública hayan disminuido en más de 3400
millones de euros; se están utilizando diversos modos de favorecer a la
enseñanza privada. En la Comunidad de Madrid se desgrava a las familias
que lleven sus hijos a los centros privados y se les da suelo público a
las empresas para la construcción de centros educativos; en otras
Comunidades, como aquí, en Extremadura, se van a comenzar a aplicar en
el próximo curso recortes que nos llevarán a un empeoramiento de la
calidad de la enseñanza: la reducción del número de profesores, el
incremento del número de alumnos por profesor, las horas lectivas del
profesorado; la desaparición o reducción de programas de refuerzo o
apoyo, desdobles y atención a la diversidad, tutorías, módulos de
formación profesional, servicios de orientación o biblioteca, ayudas
para adquisición de libros de texto, comedores y actividades
extraescolares, etc. La atención individualizada para los alumnos que
tienen más problemas de aprendizaje desaparecerá. En los centros
privados estos alumnos no tienen cabida, ya que necesitan más gastos,
necesitan más inversión, y un centro privado se guía por la obtención
del máximo beneficio y estos alumnos no son rentables.
Los
recortes programados desde el Ministerio afectan a la enseñanza en
todos sus niveles, desde la educación infantil hasta la educación
superior o universitaria. Los recortes eliminan las inversiones
previstas en la construcción de centros de educación infantil, se viene
abajo el programa de inversiones denominado Educa3. Lo que consideran es
que la educación infantil no es necesaria; no entienden que los niños
aprenden desde que son bien pequeñitos. No se trata sólo de tenerlos
recogidos en guarderías sino de ir educandolos desde los primeros años
de su existencia.
Se
reduce todo el presupuesto destinado a la digitalización de las aulas y
a la dotación de ordenadores a los alumnos de educación primaria. Se
reducen los presupuestos destinados a intercambios escolares con otros
países, como el proyecto Comenius. Se reducen las estancias de
profesores en países de habla inglesa de 6 a 4 semanas. Se reducen la
cantidades destinadas a becas; los programas bilingües que eran un
elemento de la máxima importancia y prioridad, ya interesan mucho menos.
Hay
un claro intento de que a la enseñanza superior, a la educación
superior, sólo acceda aquél que se lo pueda pagar. En Cataluña, que es
la punta de lanza de las políticas de la derecha en materia de recortes
educativos, se va a pedir el pago de una cantidad de dinero como
matrícula a los alumnos que quieran estudiar ciclos formativos de grado
superior. No tardaremos mucho en escuchar esas propuestas en otras
Comunidades. En la enseñanza universitaria se anuncian subidas en las
tasas y recortes en las becas. Los alumnos tendrán que pagar más a la
hora de hacer las matrículas en las diversas materias; las cantidades
serán mayores mientras más se tarde en aprobarlas. Se aumentan las
barreras a la obtención de las becas. Los alumnos de ingeniería tendrán
que aprobar como mínimo el 65 % de sus créditos y los de
Arte,Humanidades y Ciencias Sociale y Jurídicas deberán aprobar el 90 %
de los créditos y obtener una nota media de 5,5. Si quieren la beca
salario deberán obtener un 6 de nota media global en el curso. Con estas
dos medidas se establecen claramente las pretensiones políticas del
Ministerio de Educación en la enseñanza universitaria. Se quiere reducir
el número de alumnos que accede a la universidad, se pretende que
estudie quien pueda pagar. Las justificaciones que da el Ministro están
basadas en la necesidad de reducir el gasto y en la austeridad. Todo lo
que está relacionado con los sectores populares está impregnado del
sentido de austeridad, aumentar la eficacia, etc..Desde todos los medios
de comunicación nos están bombardeando con la palabra austeridad. No
obstante, quienes más saben de austeridad somos los trabajadores,
quienes no entienden de austeridad son los ricos que han aumentado su
riqueza a base de derrochar y demostrar que sus comportamientos además
de ineficaces e irracionales están marcados por el más absoluto egoismo.
El
desmantelamiento de la enseñanza pública producirá un trasvase de
alumnado a las empresas privadas. La educación se ha transformado en una
mercancía que se venderá y comprará según la ley de la oferta y la
demanda. Como toda mercancía se verá sometida a las vicisitudes de la
oferta y la demanda. En estos momentos, se reducen los gastos en
educación para atender con esos fondos otras cuestiones; no es de
extrañar lo que está haciendo el gobierno de Extremadura; está desviando
parte del dinero presupuestado para las cotizaciones sociales de los
profesores públicos a otros menesteres.
La
educación no interesa, los responsables políticos de este país nos
están mintiendo, nos están diciendo que saldremos de la crisis con más
formación y con más educación. Es mentira que se pretenda eso. A las
pruebas nos remitimos. El gasto educativo de carácter público se utiliza
como un elemento de ahorro para otro tipo de actuaciones económicas más
urgentes para los sectores dominantes. Los fondos destinados a la
educación se recortan para destinarlos a otros asuntos, por ejemplo a
Bankia. Como también es mentira lo que se dice de que no hay dinero para
los servicios públicos, sí hay dinero. Hay dinero, porque lo hay para
Bankia, lo hay para pagar todos los desmanes que han cometido los
banqueros, los especuladores y un número reducido de familias que
acaparan el poder económico, que son las dueñas de la economía de este
país.
Hoy
más que nunca hay que reclamar un sistema público de educación
inclusiva que garantice el derecho a la educación de todos y todas, que
cubra la necesidades de plazas escolares de todo el conjunto de la
población y con la suficiente calidad en cada centro para que toda la
población pueda recibir el máximo posible de oportunidades en su
aprendizaje y desarrollo personal y profesional.
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