Joca, la empresa que fuera buque insignia extremeño en el
sector de la construcción, presentó ayer un segundo expediente de
regulación de empleo (ERE) en el juzgado de lo Mercantil número 1 de
Badajoz. Su propuesta afecta a 82 personas, de las que plantea el
despido de 59, además de 18 suspensiones temporales y 5 reducciones de
jornada, según informó ayer el departamento de recursos humanos a los
trabajadores.
Para ver en qué queda finalmente esta medida ya se ha
iniciado el proceso para elegir a los representantes de los trabajadores
que negociarán este expediente. Pero no será hasta el 16 de mayo cuando
se conozca quiénes se sentarán con la empresa para pactar el número
definitivo de afectados.
Mateo Guerra, secretario general del sector de la
construcción de Comisiones Obreras, espera que este plazo se acorte al
tiempo que admite que la situación del sector en general es crítica.
Pero para calcular de cuántos empleados debería desprenderse la empresa
señala que primero habrá que revisar la lista de obras que tiene Joca en
marcho y su estado de ejecución.
Después de un primer ERE que quedó resuelto en noviembre
del año pasado y que afectó a 180 empleados contando los de Saconsa (de
la misma matriz), Joca tiene en la actualidad entre 160 y 170
trabajadores, según la estimación del sindicato Comisiones Obreras, y
más de la mitad de ellos están ubicados en Badajoz. El resto están
dispersos por las delegaciones de Joca en Madrid, Andalucía o Canarias
en su mayoría.
Primer ERE en noviembre
Tras aquel ERE de hace seis meses, la sensación entre los
empleados fue de satisfacción relativa, ya que inicialmente la cifra de
afectados era de 487 y se consiguió reducir a 180.
Ahora mismo la situación de Joca se agrava más si cabe
pues el pasado mes de febrero presentó un concurso de acreedores, a los
que pedía que perdonaran una cuarta parte de una deuda total de 87,3
millones, sin contar los 24,3 que se debía a la Seguridad Social o
Hacienda. Según explica Guerra, este concurso le impide por ley a Joca
licitar obra pública, lo que deja con una mano atada a la empresa para
poder remontar su situación. Por eso el representante sindical espera
que esta situación no dure más allá del mes de julio, según la
información que va obteniendo de los administradores concursales.
Cuando se presentó en los juzgados este concurso de
acreedores, Joca explicó a través de una nota que la decisión era
temporal y como consecuencia del recrudecimiento de la crisis, «que ha
tenido un fuerte impacto sobre el volumen de licitación de obra pública y
la inactividad prácticamente total en la contratación privada».
Y añadía asimismo que «el deterioro de la situación de
las arcas públicas ha supuesto un notable retraso en el cobro de las
obras realizadas para algunas administraciones. Ello, unido a la
restricción sin precedentes del crédito por parte de las entidades
bancarias, ha conducido a la actual necesidad de refinanciación».
Desde entonces Joca, perteneciente al Grupo Katry,
sopesaba vender terrenos, locales y oficinas o vender alguna filial para
captar dinero. Además, hace dos meses expresó su intención de cerrar
las delegaciones que menor actividad tuvieran.
Joca nació en Extremadura hace más de 45 años y en los
años ochenta empezó a trabajar por toda España consolidándose como una
empresa de construcción generalista con cobertura en obra civil,
hidráulica y edificación singular, según detalla en su página de
internet. También destaca la ejecución a partir de 2004 del Proyecto de
interés Regional Cerro Gordo, en Badajoz, donde construyó 2.750
viviendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario