El secretario de Estado de Administraciones Públicas,
Antonio Beteta, ha cifrado este jueves en 2.500 millones de euros el
ahorro que supondrá para comunidades autónomas y ayuntamientos la
extensión de la jornada laboral de los funcionarios en 2,5 horas
semanales. Durante su partipación en el Foro Aragonex, Beteta ha
subrayado que "nada será como antes" y que los trabajadores, estén al
servicio del sector público o del sector privado, deben ser conscientes
de la necesidad de una formación permanente para ser más efectivos. Así,
ha señalado que los trabajadores deben "olvidarse del cafelito y de
leer el periódico" y ser más productivos, con responsabilidad y
humildad, "que no sumisión".
Beteta ha indicado que la economía española tiene que
ganar en competitividad y ligar las subidas salariales a este concepto y
cuando las circunstancias lo aconsejen, al tiempo que ha asegurado que
los salarios de los empleados públicos no deberían vincularse con la
evolución de la inflación. El secretario de Estado se ha referido
también a la reforma laboral, apuntando que ésta se ha hecho para
modernizar las relaciones laborales de un país con más de 5 millones de
desempleados y "harto" de escuchar "palabras vacías". "No entiendo por
qué se venera tanto un régimen que es herencia del Franquismo", ha
añadido. "
En cuanto al plan de lucha contra el fraude fiscal, que
incluirá la prohibición para empresarios y profesionales de pagar en
metálico operaciones por importe superior a los 2.500 euros, Beteta ha
indicado que la sociedad entera "tiene que rebelarse contra la economía
sumergida". Así, ha advertido de que cuando no se emiten facturas en las
operaciones comerciales. "se está poniendo en peligro el pago de
medicamentos y la educación", entre otras cosas. "Es malo que lo haga
una empresa y que el particular lo tolere. Y yo creo que no es cuestión
sólo de multa. Para las empresas está el riesgo de la reputación", ha
añadido.
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