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G. M. 19/03/2012
Las mujeres han cambiado el trabajo en casa por otro de puertas para fuera que sí esté remunerado y ayude a aliviar las maltrechas economías familiares. Desde que comenzó la crisis económica, las extremeñas se han ido incorporando progresivamente al mercado laboral y a la búsqueda activa de empleo, como lo han hecho el resto de españolas, aunque en el último año las puertas cerradas están frenando esta tendencia.
En el 2011, en lugar de restar, como ocurrió en la mayoría de las autonomías, las mujeres inactivas que se dedican a las labores del hogar crecieron en 300. En años anteriores ocurrió justo lo contrario y en mayor volumen. En 2010 se incorporaron al mercado laboral más de 11.000 extremeñas, mientras que en el 2009 hicieron lo mismo un millar, según los datos de la Encuesta de Población Activa. En suma, desde que se inició la crisis económica --en 2008--, más de 12.000 extremeñas han cambiado las tareas domésticas por la búsqueda activa de empleo, o mejor dicho, en muchos casos han añadido esta última actividad a sus quehaceres diarios. El desánimo o la falta de oportunidades para éstas está detrás del cambio de tendencia del último año.
En el conjunto del país la cifra de mujeres activas desde el 2008 ha crecido en casi medio millón. "Y es que el papel de la mujer ha sido fundamental para salvaguardar la economía doméstica, golpeada por la recesión", explican desde la Fundación Adecco en su informe anual sobre la mujer trabajadora. "El periodo de crisis continuada ha llevado a muchas mujeres a registrarse como demandantes de empleo y lanzarse a la aventura de acceder a contratos en su mayoría parciales y precarios. También se preocupan por acceder a las prestaciones sociales y sobre todo a la formación", apunta Miguel Coque, responsable de Empleo de CCOO.
La tasa de actividad femenina, que parte de un nivel muy bajo, ha ido creciendo a lo largo de estos cuatro años, principalmente por la incorporación de las amas de casa, mientras la masculina ha seguido el camino contrario. En Extremadura ha ido sumando hasta alcanzar el 45,8% mientras la tasa de actividad de los hombres se contrae hasta el 63,2%. "El hombre con cargas familiares está saliendo del país en busca de empleo, sobre todo en el sector de la construcción", señala Coque.
Sin embargo, la contratación de mujeres jóvenes está cayendo. "No es extraño si tenemos en cuenta la fuga y el crecimiento que el paro juvenil está experimentando: en 2011 llegó a alcanzar al 58,4% de las extremeñas menores de 25 años, diez puntos más que un año antes". Sin embargo, según las contrataciones de Adecco y Fundación Adecco, las mujeres de más de 40 años sí han ganado peso en el total de contrataciones.
En el conjunto de trabajadores, Extremadura continúa siendo la comunidad española con una menor representación femenina en el mercado laboral. Badajoz sigue concentrando la mayor proporción de trabajadoras entre sus empleados, un 69,3% frente al 30,7% que trabajan en la provincia de Cáceres.
JORNADA PARCIAL En cuanto a la jornada laboral, la mayoría de las trabajadoras lo son a jornada completa, el 60,8% frente al 39,2% que lo hace a tiempo parcial, asegura Adecco. Tradicionalmente la media jornada se ha considerado apropiada para la mujer por permitir la conciliación familiar y laboral y así parece mantenerse a juzgar por los datos, aunque la mayoría ya no lo hace por esta razón, sino porque no han encontrado otra cosa: en Extremadura 37.200 mujeres están ocupadas a tiempo parcial frente a 4.800 hombres.
"La situación está muy complicada para todos y más aún para las mujeres. La nueva reforma laboral insta al empresario a contratar empleados que tienen las prestaciones sociales más elevadas y de mayor duración, porque se beneficiarán de ellas, y esos son siempre hombres". "El acceso al mercado laboral se complica con un periodo de prueba de un año, que privará a la mujer de tener familia, e incluso la lactancia la marcará el empresario", advierte el sindicato.
G. M. 19/03/2012
Las mujeres han cambiado el trabajo en casa por otro de puertas para fuera que sí esté remunerado y ayude a aliviar las maltrechas economías familiares. Desde que comenzó la crisis económica, las extremeñas se han ido incorporando progresivamente al mercado laboral y a la búsqueda activa de empleo, como lo han hecho el resto de españolas, aunque en el último año las puertas cerradas están frenando esta tendencia.
En el 2011, en lugar de restar, como ocurrió en la mayoría de las autonomías, las mujeres inactivas que se dedican a las labores del hogar crecieron en 300. En años anteriores ocurrió justo lo contrario y en mayor volumen. En 2010 se incorporaron al mercado laboral más de 11.000 extremeñas, mientras que en el 2009 hicieron lo mismo un millar, según los datos de la Encuesta de Población Activa. En suma, desde que se inició la crisis económica --en 2008--, más de 12.000 extremeñas han cambiado las tareas domésticas por la búsqueda activa de empleo, o mejor dicho, en muchos casos han añadido esta última actividad a sus quehaceres diarios. El desánimo o la falta de oportunidades para éstas está detrás del cambio de tendencia del último año.
En el conjunto del país la cifra de mujeres activas desde el 2008 ha crecido en casi medio millón. "Y es que el papel de la mujer ha sido fundamental para salvaguardar la economía doméstica, golpeada por la recesión", explican desde la Fundación Adecco en su informe anual sobre la mujer trabajadora. "El periodo de crisis continuada ha llevado a muchas mujeres a registrarse como demandantes de empleo y lanzarse a la aventura de acceder a contratos en su mayoría parciales y precarios. También se preocupan por acceder a las prestaciones sociales y sobre todo a la formación", apunta Miguel Coque, responsable de Empleo de CCOO.
La tasa de actividad femenina, que parte de un nivel muy bajo, ha ido creciendo a lo largo de estos cuatro años, principalmente por la incorporación de las amas de casa, mientras la masculina ha seguido el camino contrario. En Extremadura ha ido sumando hasta alcanzar el 45,8% mientras la tasa de actividad de los hombres se contrae hasta el 63,2%. "El hombre con cargas familiares está saliendo del país en busca de empleo, sobre todo en el sector de la construcción", señala Coque.
Sin embargo, la contratación de mujeres jóvenes está cayendo. "No es extraño si tenemos en cuenta la fuga y el crecimiento que el paro juvenil está experimentando: en 2011 llegó a alcanzar al 58,4% de las extremeñas menores de 25 años, diez puntos más que un año antes". Sin embargo, según las contrataciones de Adecco y Fundación Adecco, las mujeres de más de 40 años sí han ganado peso en el total de contrataciones.
En el conjunto de trabajadores, Extremadura continúa siendo la comunidad española con una menor representación femenina en el mercado laboral. Badajoz sigue concentrando la mayor proporción de trabajadoras entre sus empleados, un 69,3% frente al 30,7% que trabajan en la provincia de Cáceres.
JORNADA PARCIAL En cuanto a la jornada laboral, la mayoría de las trabajadoras lo son a jornada completa, el 60,8% frente al 39,2% que lo hace a tiempo parcial, asegura Adecco. Tradicionalmente la media jornada se ha considerado apropiada para la mujer por permitir la conciliación familiar y laboral y así parece mantenerse a juzgar por los datos, aunque la mayoría ya no lo hace por esta razón, sino porque no han encontrado otra cosa: en Extremadura 37.200 mujeres están ocupadas a tiempo parcial frente a 4.800 hombres.
"La situación está muy complicada para todos y más aún para las mujeres. La nueva reforma laboral insta al empresario a contratar empleados que tienen las prestaciones sociales más elevadas y de mayor duración, porque se beneficiarán de ellas, y esos son siempre hombres". "El acceso al mercado laboral se complica con un periodo de prueba de un año, que privará a la mujer de tener familia, e incluso la lactancia la marcará el empresario", advierte el sindicato.
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