Julio Lacuerda mantiene un discurso duro. En el fondo y
en la forma. Ayer, en Cáceres, el secretario general de la Federación de
Servicios Públicos del sindicato UGT, dejó frases para la reflexión. En
su opinión, «la reforma laboral es brutal», estamos asistiendo «a una
demolición sistemática del Estado del Bienestar» y «decir que los
empleados públicos tienen privilegios es una grosería». Todo ello es
culpa de «una banda de impresentables», que es como se refirió ayer a
los que él señala como culpables del panorama actual, y que son, en
líneas generales, «quienes toman las decisiones», aunque tampoco olvida a
«la caverna mediática».
El responsable sindical viajó hasta Cáceres para
participar en un acto de la campaña 'Lo público es para ti', que
pretende poner en valor al colectivo de empleados públicos en base al
argumento, entre otros, de que trabajan por y para los ciudadanos y que
su labor resulta fundamental para el día a día de la sociedad. A su
criterio, «la reforma laboral es una bomba de demolición que afecta a
todos por igual». «Por primera -añade-, una reforma laboral afecta
también de manera muy seria a las administraciones públicas, ya que hace
una referencia expresa al personal laboral fijo y además lo hace con
una intención muy patente».
Se refiere Lacuerda a que «cuando habla de los despidos
colectivos, de los eres de las administraciones públicas, lo hace con el
carácter exclusivo de extinción de contrato». «Esto quiere decir
-explica- que en este caso en concreto, el Gobierno no tiene más
intención que amortizar déficit con empleo público».
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